Los Mossos buscan la banda que envió 700 kilos de cocaína a una empresa

Los Mossos d'Esquadra seguían ayer intentando identificar al grupo criminal que escondió casi 700 kilogramos de cocaína en un contenedor que acabó por error en una empresa logística situada en un polígono de Esparreguera (Baix Llobregat). Los agentes de la división de investigación criminal de la policía autonómica están intentando cerrar el círculo y dar con los narcotraficantes. Fuentes cercanas al caso aventuran que intentar dar con la organización de narcotraficantes será una tarea complicada.

Durante el día de ayer la policía autonómica hizo públicos más detalles de la investigación. La cocaína incautada el pasado martes estaba camuflada en medio de un contenedor procedente de Guatemala. La mercancía era una carga de aditivo alimentario y en medio de los sacos encontraron la droga escondida en 18 bolsas de deporte en las que se ocultaban los bloques de cocaína.

El pasado martes, tal y como adelantó ayer EL PAÍS, un trabajador de una empresa logística del Polígono Industrial Sur-Magarola de Esparreguera (Baix Llobregat) se puso en contacto con los agentes para denunciar que, al descargar un contenedor, habían encontrado unos paquetes que contenían un polvo blanco que resultaba muy sospechoso.

Los Mossos se desplazaron hasta las instalaciones de la empresa y al ver las bolsas decidieron realizar la prueba del drogotest a una pequeña muestra de la sustancia. El resultado del ensayo policial fue la confirmación, sin ningún tipo de duda, de que que se trataba de cocaína e iniciaron la investigación poniendo los hechos en concocimiento del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Martorell.

Los agentes que se encargan de la persecución del crimen organizado siguen estudiando las circunstancias de cómo llegó la droga hasta la empresa de Esparreguera. La línea de investigación policial apunta a que la banda criminal realizó la técnica del gancho perdido para introducir la droga en España.

Esta técnica consiste en ingeniárselas para esconder grandes cantidades de droga en un contenedor en el puerto de origen, en este caso Guatemala, sin que la empresa exportadora tenga la menor idea de que entre su mercancía hay droga escondida. Una vez oculta la sustancia estupefaciente vuelven a colocar los precintos al contenedor. Cuando el cargamento llega al puerto de destino, los integrantes de la organización criminal retiran la droga y vuelve a cerrar los contenedores.

Según fuentes del caso, se trata de una técnica que permite introducir grandes cantidades de droga en cualquier país sin que ningún miembro de la organización se exponga totalmente a su detención.

Los agentes investigan que fue lo que salió mal para que la organización no pudiera recuperar los 700 kilogramos de cocaína y estos acabaran en la empresa del polígono de Esparreguera dedica a la la logística y el almacenamiento.

En un principio, los Mossos esperaban que algún miembro de la banda intentara recuperar la sustancia lo que permitiría poder estirar de un hilo que llevara a desarticular la organización criminal. Conforme fueron pasando las horas los investigadores desecharon esa posibilidad asumiendo que la organización da por perdida la mercancía. Con todo, la investigación sigue abierta.