Las cuentas de San Sebastián 2016
Uno de los principales retos de la nueva dirección es la búsqueda de patrocinios La capitalidad busca una empresa que le ayude con la captación de fondos
Uno de los principales retos a los que debe enfrentarse la nueva dirección de San Sebastián 2016 es la búsqueda de patrocinadores que financien parte del proyecto. El presupuesto de la Capital Europea de la Cultura asciende a 63,6 millones para el periodo 2012-2018 y el equipo espera cubrir el 15% a través de ingresos privados (patrocinadores, venta de merchandaising y de entradas), lo que supone 9,5 millones.
De hecho, entre las principales responsabilidades del nuevo director, Pablo Berástegui, designado hace poco más de una semana, se encuentra la de la búsqueda de ingresos que redondeen las cuentas del proyecto. Uno de los requisitos que recogía el concurso que se convocó para la designación de la persona que va a pilotar la capitalidad era el de tener “experiencia en captación de patrocinios y nuevos modelos de financiación”.
Pero San Sebastián 2016 también se ha encontrado con otro escollo a la hora de buscar fuentes de financiación más allá de las aportaciones de las instituciones que componen su patronato -Ayuntamiento, Diputación de Gipuzkoa y gobiernos vasco y central-. El concurso que convocó la capitalidad para la contratación de una empresa que gestionara la captación de fondos quedó desierto porque nadie se presentó.
El proyecto, según explica el equipo técnico de San Sebastián 2016, suplirá esta carencia con la contratación de una empresa a través de una licitación con invitación cerrada. “Estamos en contacto con varias empresas especializadas en el ámbito de la gestión de patrocinios de proyectos culturales” para este septiembre contar con especialistas en este terreno, además de “la incorporación de una persona al equipo que dinamice todas estas tareas, lo cual, unido a la incorporación del nuevo director general, servirá para darle el impulso definitivo para alcanzar la consecución de los objetivos económicos”.
San Sebastián 2016 no cuenta todavía con ningún patrocinador, algo sobre lo que Xabier Paya, la persona del equipo técnico que tomó las riendas del proyecto el pasado abril tras la dimisión de su entonces directora general y hasta ahora, ha alertado en alguna ocasión. “A lo largo de estos últimos meses hemos mantenido frecuentes contactos con empresas del País Vasco. En algún caso hemos llegado a un acuerdo preliminar para patrocinar un evento en concreto, como la embajada móvil, pero en otros casos, dificultades de orden organizativo, como la falta de dirección general, implicación y apoyo de miembros del patronato, han hecho que los primeros acercamientos no hayan sido tan fructíferos como cabría esperar”, apuntan las mismas fuentes.
Si se comparan las metas financieras fijadas por San Sebastián 2016, actividad declarada de “excepcional interés público” por el Ministerio de Hacienda para la obtención de beneficios fiscales, con las de otros grandes proyectos no parece que la capitalidad pueda tener mayores problemas para la obtención de esos 9,5 millones.
La última ciudad española en ostentar el título de Capital Europea de la Cultura, Salamanca en el año 2002, contó con un presupuesto de alrededor de 20 millones, de los que un 25% se cubrieron por aportaciones públicas, otro tanto por ciento por un patrocinio de la Lotería Nacional, y el restante por aportaciones de diversas empresas. El Greco 2014, el evento que este año celebra el cuarto centenario desde la muerte del pintor cuenta con un presupuesto de 16 millones, del que un 90% se ha cubierto con ingresos privados, explican desde el proyecto. Marsella, Capital Europea de la Cultura el pasado año, consiguió implicar a 207 empresas obteniendo de estas 16,5 millones frente a los 14,7 -el 16% del presupuesto total- que había previsto recaudar el proyecto francés, según se recoge en el balance hecho por el mismo.
A San Sebastián 2016 todavía le queda por cerrar qué tipo de patrocinadores y qué cuantías exigirá a cada uno de ellos, la nueva dirección tiene que dar el visto bueno a lo diseñado por el equipo técnico. Marsella fijó para los patrocinadores oficiales una aportación de 1,5 millones, además de diseñar otros seis tipos de colaboraciones, que fueron desde la cuantía mencionada hasta los 1.000 euros de aporte.
Pero el proyecto también deberá hacer frente para la captación de fondos a muchas de las polémicas que ha arrastrado. “El problema de San Sebastián 2016 es que ha salido más en las páginas de sucesos que en las de cultura”, opina un experto en patrocinios, y eso puede hacer dudar a más de una empresa. Algo que sin embargo para Ruth Enríquez, responsable de Parapor (Para la empresa. Por la cultura, consultora especializada en la captación de fondos), no tiene porque suponer un obstáculo extra.
Enríquez señala que siempre, con cualquier proyecto, el paso más difícil es conseguir la primera empresa que quiera involucrarse, pero una vez convencida, el resto se acaban sumando. Además, ilustra la especialista “un patrocinio siempre supone un beneficio para una compañía, normalmente ligado a su política de comunicación, para ganar visibilidad. El patrocinio es una inversión y siempre hay un retorno, la clave es buscar aquellas empresas cuyos valores sean similares a los del proyecto cultural”.
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