El grupo socialista de Villalba se rompe por el reparto de los sueldos municipales
El partido dejó de distribuir la asignación del Ayuntamiento entre los seis concejales por discrepancias en el proyecto político Dos ediles dejan el PSM
La crisis ha estallado en el PSOE de Collado Villaba por discrepancias con el proyecto político y por el reparto de los salarios que perciben los ediles, al cobrar tres de ellos solo las dietas. Como consecuencia, dos de los seis concejales socialistas, Rosana Crespo y Luís García del Hueso, solicitaron el pasado viernes la suspensión de militancia en el partido sin entregar sus actas, lo que les ha convertido en tránsfugas. Ambos figuran como no adscritos, mientras que en la bancada socialista se sientan solo cuatro concejales. La otra afectada, Belén Sánchez, dejó de ser concejal hace meses para volver a su puesto de funcionaria en el Ayuntamiento de Villalba.
Todos formaban parte del anterior equipo de gobierno, cuando los socialistas gobernaban con mayoría absoluta. Una situación que cambió en las últimas elecciones municipales de 2011. El PSOE perdió el apoyo recibido durante 12 años de los villalbinos y sus 14 concejales se redujeron a seis, mientras que el PP tomaba el relevo en el poder.
“Solo les interesa cobrar el doble”, dice Luis García de sus excompañeros
La debacle electoral llevó al PSOE a la oposición, en la que solo están liberados y por tanto cobran un salario mensual, el 50% de los miembros de cada formación política. En el PSOE les correspondía cobrar el sueldo a tres: 43.000 euros brutos anuales del portavoz más 41.308 y 35.000, destinados a dos concejales. Al principio de legislatura, el grupo decidio repartir entre todos estas cantidades a partes iguales. La equitativa distribución llegó hasta agosto de 2012, momento en el que se anuncia que el reparto se termina. Desde entonces, percibían la asignación completa tres ediles y el resto cobraba dietas por asistencia a pleno y comisiones; unos 600 euros mensuales.
Esta desigualdad, según las declaraciones de los tránsfugas, les produjo “una grave perturbación en el ejercicio de sus funciones”. Del Hueso añade que “solo querían cobrar el doble”, y al mismo tiempo que abandonaran el grupo. “Belén Sánchez y yo somos funcionarios del Ayuntamiento de Villalba, lo que implica que nuestro puesto de trabajo es incompatible con ser concejal. Si nos íbamos tenían nuestro acta y entraría otra persona más afín a sus ideas”, aclara. “No les han importado ni las familias, ni los hijos, ni nadie". Sánchez se reincorporó a su puesto en el Consistorio meses después.
Los tránsfugas no entregan el acta y se mantienen como no adscritos
Crespo, la otra edil tránsfuga, había optado por cobrar solo dietas, “hasta que se le acabó el paro y quiso entrar en el reparto, pero en ese momento fue cuando se enfrentó a mí, aunque yo quise hacer un proyecto de unidad”, mantiene Morales. El portavoz mantiene que el desencuentro entre las dos partes se originó en las elecciones a la secretaría general del PSOE villalbino de 2012, a las que presentaron candidatura él y Rosana Crespo. Triunfó la propuesta de Morales. “Rosana nunca aceptó su derrota y a partir de ahí solo ponía piedras en el camino, sin aportar nada al grupo”, asegura. “Cuando yo enviaba una nota de prensa, ella mandaba otra criticando lo que yo había expuesto”, expone como ejemplo.
Con el grupo completamente roto, Morales relata que no tuvo más remedio que acometer una reestructuración que implicó que los salarios se dejaban de repartir entre todos. "Las personas que no trabajan no tienen derecho a estar cobrando un dinero que es de todos los villalbinos”, puntualiza.
El PSOE va a luchar para que se les aplique la ley con el mayor rigor posible
Crespo niega de forma tajante la valoración que realiza el portavoz socialista. “A partir de que yo perdiera las elecciones intentamos reconducir la situación, ellos liberados y los demás con las dietas, pero, además de que no existe ningún programa político ni estrategia de oposición, no compartían nada con nosotros”, explica.
El portavoz describe a Crespo -edil socialista desde 2003- como una persona continuista en la línea del anterior secretario general y exregidor del municipio, José Pablo González, con el que trabajó la última legislatura como responsable de Urbanismo. “Llevo muchísimo tiempo sin hablar con él ni él conmigo, desde que inicié un proyecto diferente, porque es evidente que algo hemos hecho mal y quien no se quiera dar cuenta es que está ciego”, aclara.
Los socialistas pasaron en los últimos comiciós de 14 a seis ediles
El exalcalde, que no apoya a los tránsfugas en su decisión de no entregar el acta, se desmarca de cualquier tipo de injerencia. “Yo ahora vivo de mi trabajo, son ellos los que tienen que marcar el proyecto político, pero buscando un equilibrio, porque no pueden olvidar que han participado antes en el gobierno”, dice.
El portavoz carga contra los dos tránsfugas. “Es increíble que unas personas, porque ya no les puedo llamar compañeros, que se presentan bajo unas siglas en una listas cerradas se lleven el acta que pertenece al PSOE”, declara. La formación va a luchar para que se les aplique la Ley Antitransfuguismo “de la forma más rigurosa posible”.
Ya han mantenido una reunión con el alcalde. El regidor, Agustín Juárez (PP) indica que, de momento, ha escuchado a las dos partes y tiene previsto modificar el reglamento para hacer frente a una situación que nunca se había dado en el municipio. En cuanto al sueldo que percibirán los no adscritos, explica que se mantendrán las mismas asignaciones que antes, es decir las dietas, como dicta la Ley .
García del Hueso no tiene intención de dejar el acta. “No hemos tenido nunca el apoyo del grupo”. “Fueron ellos”, añade, “ los que rompen con el anterior secretario general, ellos son los traidores. Eran amigos y no se han rasgado las vestiduras por dejar a familias sin comer”. Morales tampoco va a dar marcha atrás y aunque considera la situación “muy dura”, piensa que así no se podía seguir.
La caída de la 'aldea gala' del noroeste
Collado Villalba (65.000 habitantes) era conocido como la aldea gala del noroeste madrileño, en alusión al cómic de Ásterix y Obélix, en este caso rodeada en vez de por romanos, por municipios populares. El escenario cambió por completo en últimos comicios municipales. Los villalbinos dieron la espalda al PSOE, que vio como sus ediles pasaban de 14 a seis. Atrás quedaron los 12 años de gobierno socialista, los últimos ocho con mayoría absolura. Los populares tomaron el mando.
La construcción del aparcamiento del eje Honorio Lozano-Batalla de Bailén, en pleno centro del pueblo, se adivinaba detrás del batacazo electoral. El coste de la construcción, que incluyó un túnel, se disparó de los 20 a los 40 millones, a lo que hay que añadir el canon anual a pagar por el Ayuntamiento a la empresa concesionaria hasta 2046, que da la cifra de 111 millones. Las denuncias que se interpusieron contra el exalcalde José Pablo González por prevaricación y tráfico de influencias a raíz de la aparición de unas fotos en Andorra y en el Caribe con uno de los constructores del túnel se han archivado a propuesta del Ministerio Fiscal.
González, que tras los resultados electorales dejó su puesto y volvió al ejercicio de su profesión (es politólogo y abogado), considera que fue víctima de una campaña contra su persona, que se tradujo en "una sentencia política anticipada". El exalcalde reniega de que solo se le recuerde por esta obra que "era una demanda del pueblo y que sirvió para remodelar toda la zona", recuerda. "Hicimos una ciudad, con parques, infraestructuras … incluso el hospital lo pedimos nosotros en solitario", declara.
Ahora el grupo socialista busca una salida a su precaria situación. El actual portavoz, Juan José Morales, el segundo en las listas del exregidor, se desmarca de la gestión socialista anterior y aboga por una renovación en el proyecto político socialista, que les acerque a unos vecinos de los que "nos alejamos completamente". En este contexto, "hay que romper con la línea anterior y continuista que no se da cuenta de que lo hicimos mal y plantear políticas sociales". Línea en la que sitúa a los dos ediles tránsfugas.
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