Calatrava da 10 años de garantía para reponer el ‘trencadís’ en Les Arts
El arquitecto y la UTE dicen que usarán otras técnicas para que no se vuelva a desprender
Santiago Calatrava y la unión temporal de empresas (UTE) formada por acciona y Dragados, que construyó el Palau de les Arts de Valencia, proponen a la Generalitat valenciana volver a colocar el trencadís, que fue arrancado a raíz de unos desprendimientos de la cubierta hace seis meses, con nuevas soluciones técnicas y sólo una garantía de 10 años. El edificio costó 478 millones de euros.
Según explicó ayer el consejero de Economía, Máximo Buch, tras el pleno del Consell, el arquitecto y la UTE ofrecen un seguro de cobertura por 10 años, que permitiría realizar una comprobación meses antes del vencimiento del mismo para volver a actuar si fuese necesario.
“Falta estudiar esta propuesta, pero nuestra visión no ha cambiado, queremos que no cueste ni un euro al Consell, que el coste sea cero, incluidos los perjuicios por cancelación de funciones operísticas; y que la solución sea técnicamente fiable y duradera”, señaló el consejero. Buch, que siempre se ha mostrado partidario de la recolocación del trencadís si se ofrecen garantías. La Generalitat espera ultimar los flecos para anunciar su visto bueno.
En abril, Buch ya evidenció en las Cortes su preferencia por la solución de volver a instalar el revestimiento cerámico. Pero entonces pidió una garantía de perdurabilidad “de 20 años”, además de un aval bancario.
El propio despacho de Calatrava advirtió de la complejidad durante la construcción de la ópera. En un informe dirigido a la Ciudad de las Artes y las Ciencias alertó de la necesidad de realizar cada cinco años una “inspección exhaustiva a todo el revestimiento exterior”, según la documentación oficial consultada por la diputada de Compromís Mònica Oltra
Buch insistió ayer: “Nos han transmitido que, tras diversos estudios técnicos, hay una solución que permite volver a poner el trencadís”. Aseguró que la Generalitat pedirá a las firmas constructoras y al arquitecto que asuman la responsabilidad sobre la duración de esta solución. Tras ultimar los flecos jurídicos de la propuesta, la pretensión de la Generalitat es comenzar próximamente las obras.
El consejero también se refirió al proceso de externalización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CACSA) a preguntas de los informadores. Buch anunció que el pliego de condiciones estará listo este mes y que la demora se debe a “diferentes adscripciones del suelo” donde están asentados los diferentes edificios. El suelo del Agora y de l’Oceanogràfic es propiedad de CACSA y el resto es de la Consejería de Economía. El consejero reconoció una “demora muy importante” porque “se intentó unificar el suelo”, si bien finalmente el pliego “contemplará dos formatos distintos para las diferentes instalaciones en función de donde se ubiquen”. “Si no saliese el pliego en julio ya no tendría sentido porque rebasaría nuestra legislatura”, agregó.
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