Bretón se presenta como sumiso y sus amigos le desmienten
El asesino de Ruth y José ha declarado en el juicio por malos tratos psíquicos a su exmujer
“Ella es la que decidía: Desde lo más importante hasta lo más cotidiano”. José Bretón, condenado a 40 años de prisión por el asesinato de sus hijos Ruth y José en octubre de 2011, achacó ayer a su exmujer Ruth Ortiz que le dominara en la convivencia de pareja que ambos mantuvieron. Durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Huelva por malos tratos psíquicos hacia su expareja, Bretón trató de desdibujar, tanto a preguntas de la fiscalía como de su abogada Bárbara Royo, el perfil de maltratador que se le atribuye. Sin embargo, amigos de Bretón y Ortiz desacreditaron estas acusaciones del asesino, al que definieron como una persona “muy machista” y que presumía de “llevar los pantalones”, una definición opuesta a esa supuesta sumisión descrita por Bretón durante la vista.
Ruth Ortiz presentó la denuncia por supuestos malos tratos psíquicos en la madrugada del 9 de octubre de 2011, solo horas después de que sus hijos desaparecieran en un parque de Córdoba. Ayer no prestó declaración como testigo después de lamentar que el juicio no se celebrara a puerta cerrada. Ortiz declinó participar en el juicio como acusación particular debido a su estado anímico.
Uno de estos conocidos de la pareja insistió en el peor perfil de Bretón, y en que este “hablaba muy malamente” a Ortiz. “Por teléfono me ha dicho de todo sobre Ruth, toda clase de insultos, no se puede imaginar”, declaró ante el juez, informó Efe. La mujer de este amigo de la pareja corroboró esta versión e indicó que “los tratos machistas iban incrementándose con los años; ella iba siempre a lo que él dijera o hiciera”. El hermano de Ortiz, Estanislao, indicó que la relación de pareja entre ambos era “fría y con poco cariño”, incluso cuando aún no estaban casados.
Estanislao Ortiz convivió con la pareja en una finca de Córdoba, pero “trataba de estar el menor tiempo posible con ellos porque era violento”, relató. El testigo describió el carácter de su hermana como “fuerte” y que era “marimandona”. Sin embargo, su comportamiento se transformaba ante Bretón. “Ante él lo que opinaba lo meditaba y era prudente, cuando siempre había sido espontánea, en su relación fue sumisa y ahora, vuelve a ser a la que era antes”.
Por el contrario, Rafael Bretón, aseguró que su hermano “no es una persona ni violenta ni autoritaria”. “Nunca le vi ni amenazar ni vejar ni despreciar a Ruth”, con quien manifestó mantenía una “buena” relación, comentó en su declaración.
Mientras, en su testimonio Bretón realizó un recorrido desde que Ortiz y él se conocieron en 1998 hasta su ruptura en 2011, para presentarse a sí mismo como un compañero ideal: “Siempre la he apoyado en todo y ella me lo ha reconocido”. Incluso cuando Ortiz encontró empleo en la delegación de Salud en Huelva y él tuvo que quedarse al cuidado de sus hijos, el asesino insistió en que existía buena sintonía entre ambos: “Si ella estaba contenta ¿cómo no lo iba a estar yo?”. Bretón subrayó que para él era “un regalo” quedarse con “mi Ruth y mi José”, a los que siempre se refirió en presente. “Ella podía estar con su familia, trabajar, vestir como quisiera, yo nunca le he impuesto nada”, ha insistido reiteradamente. El condenado indicó que él aceptaba porque estaba de acuerdo con ella.
Ortiz se sentó frente al tribunal para limitarse a decir que no contestaba ninguna pregunta. No le hizo falta ver a Bretón porque estaba oculto tras una mampara. Lo único que dijo es que le hubiera gustado que el juicio “hubiera sido a puerta cerrada”. El juicio continúa hoy con la declaración de varios testigos.
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