Barcelona se quedó sin taxis por la protesta contra Uber
El Instituto del Taxi dice que el seguimiento del paro, convocado por CNT y la plataforma Élite, fue "prácticamente total"
Solo habían convocado un sindicato y una plataforma creada hace apenas cuatro meses, pero el seguimiento de la huelga fue total. Ayer resultó imposible encontrar un solo taxi en Barcelona. El éxito de convocatoria de CNT y Elite fue rotundo.
“El seguimiento de la huelga ha sido prácticamente total”, según apuntó ayer el Instituto Metropolitano del Taxi (IMT). Los puntos con más demanda de vehículos, como hospitales, el aeropuerto o lugares turísticos y hoteles quedaron sin servicio. A pesar de que la convocatoria no era unitaria, la reclamación del colectivo sí que lo es: exigen que la plataforma Uber —que permite contratar viajes por internet— deje de operar porque consideran que se trata de competencia desleal.
Durante la jornada de huelga, cerca de 2.000 taxistas se manifestaron por el centro de Barcelona —la única ciudad española donde opera Uber— para reclamar al Gobierno que inhabilite esta aplicación. Silbidos, petardos y gritos de “¡El taxi unido jamás será vencido!” protagonizaron la marcha en la que destacó la organización de los manifestantes, que formaron grupos de “seguridad” para controlar que no hubiera incidentes. Desde la CNT advirtieron que con Uber “miles de taxistas corren el riesgo de perder su trabajo, ya que la oferta de transporte puede dispararse sin control”.
Convocada por la plataforma Élite, la manifestación partió desde la plaza Catalunya poco después de las once de la mañana. “Es mentira que estemos en contra de la tecnología. Estamos en contra del trabajo ilegal”, aseguró ayer Jordi Vaz, taxista desde hace cinco años. El vehículo blanco de Darío Pascual destacaba entre la decena de taxis que encabezaba la marcha: “Uber aún no funciona en Valencia, pero he venido porque entiendo que es un problema de todos. Allí hay ignorancia en el sector con respecto al peligro que supone esta aplicación, que es la muerte del taxi”.
Los taxistas recorrieron Paseo de Gràcia en dirección a la Delegación del Gobierno. Una vez allí, entregaron un documento en el que explican las consecuencias de una posible legalización de Uber. La intención es que llegue a las manos del ministro de Economía, Luis de Guindos, que hace dos semanas aseguró que el sector del taxi debía “adaptarse a las nuevas tecnologías” para competir “en igualdad de condiciones” con la aplicación.
Élite anunció otro paro después del verano. “Han sido cuatro meses de mucha actividad y los compañeros han perdido recaudación”, explicó Miguel Medina, miembro de Élite. “Ya tenemos decidida la fecha pero preferimos no revelarla, aunque la lógica nos dice cuándo va a ser”, precisa.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, que ayer visitó Cataluña, apuntó que cualquier empresa que quiera entrar a formar parte del sector del transporte tiene que “atenerse a las reglas del juego que hay en este país” y recordó que se debe cumplir la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT). Uno de los puntos clave de la ley es que para transportar personas hace falta una licencia especial que, en muchos casos, no tienen los conductores de Uber, según denuncia la IMT, el órgano que gestiona el servicio del taxi en el área metropolitana de Barcelona.
Manifestación en Madrid
En Madrid, alrededor de un millar de taxistas, unos 4.000 según los convocantes y 400 según la policía, se han manifestado por la Castellana para exigir al Gobierno que no autorice la actividad de empresas como Uber. La protesta contra la "competencia desleal" y el rechazo al "intrusismo" estaba convocada por la Federación Profesional del Taxi de Madrid y UGT-Uniatramc y a ella se han sumado taxistas procedentes de Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Málaga y Valladolid.
La manifestación ha transcurrido sin incidentes. A su conclusión, los taxistas han entregado un manifiesto al Ministerio de Fomento en el que demandan "un posicionamiento tajante y contundente frente a estas prácticas que solo buscan economía sumergida, fraude e ilegalidad".
La Generalitat ya ha abierto cuatro expedientes sancionadores contra la multinacional y se le ha requerido que cese su actividad. En caso contrario, según fuentes del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, “se continuarán abriendo expedientes a medida que se detecten nuevas infracciones”. La administración catalana también ha abierto expedientes sancionadores contra cuatro conductores que trabajaban para esta empresa sin tener permiso para transportar personas. A pesar de las sanciones y del requerimento de cese, Uber continua operando.
La empresa anunció ayer a través de un comunicado que su intención es “mantener Barcelona en movimiento y proteger a sus viajeros y conductores asociados”. Pierre-Dimitri Gore-Coty, manager de Uber en el norte y el oeste de Europa consideró que “si los taxis han optado por la huelga es asunto suyo. El trastorno causado por las huelgas del taxi histórico costará dinero a la gente de Barcelona así como grandes molestias”.
1.200 taxistas de ‘élite’
La plataforma Élite comenzó una tarde de febrero en la que cuatro taxistas comentaban los problemas del sector mientras tomaban unas cañas. Hoy, cuenta con 1.200 miembros en Barcelona (donde hay alrededor de 14.000 taxistas) y extensiones en Valencia, Madrid y Bilbao.
“No estamos constituidos como asociación ni tenemos ninguna vinculación política o sindical. Nos identificamos a través de las camisetas que vendemos para recaudar dinero para carteles”, explica Miguel Medina, representante de Élite.
Su lucha contra los hoteles que cobran comisiones a los taxistas fue lo que les hizo populares. “Cada vez que veíamos que uno llamaba a una emisora en vez de buscar un taxi para sus clientes en la parada, nos acercábamos en grupos de menos de 20 para protestar”, recuerda Medina. Consiguieron que muchos locales respetaran las paradas y asegura que “limpiaron” de taxis piratas la T1 del aeropuerto de El Prat.
“Los sindicatos dicen: ‘Eso ya lo pedimos hace dos años’. Sí, pero no han logrado nada. En cambio, con nosotros los taxistas ven que lo que decimos, lo hacemos”, zanja.
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