Almunia, de guante blanco
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) aboga por el crecimiento y la cohesión social sin verse comprometido sobre los temas vascos pendientes
El comisario europeo de la competitividad y vicepresidente de la Comisión Europea (CE), el socialista Joaquín Almunia, ha dibujado su escenario europeo en Bilbao sin verse comprometido por pregunta alguna relativa a varios temas pendientes del ámbito vasco como el tax lease naval o la multa de las vacaciones fiscales, sin olvidar la recurrente multa al Athletic.
En una conferencia organizada por Alumni La Comercial, de la Universidad de Deusto, y ante una nutrida representación del ámbito empresarial y político, Almunia analizó las derivadas de las recientes elecciones europeas y ha sostenido que el luxemburgués y candidato del Partido Popular Europeo, Jean Claude Juncker, será elegido presidente de la CE.
Sin entrar en el proceso de renovación interna del PSOE -"eso lo dejamos para después del fútbol", ha dicho-, Almunia ha reconocido que los resultados del 25-M obligan a una autocrítica de la política europea en general, aunque ha precisado que "casi siempre" las razones del voto están más relacionadas con las actuaciones de los gobiernos de cada país, "con lo más próximo".
Consciente de la necesidad del crecimiento y de la competitividad ha abogado por procurar la cohesión social para contener las derivadas que puedan surgir de los efectos sociales de la crisis económica. Almunia cree en una mejoría poco apreciable a corto y medio plazo, con crecimientos nunca superiores al 2%, pero ha abogado por intensificar la competitividad dentro de un mercado exigente donde se cruzan "28 políticas diferentes" como ocurre en regulaciones relacionadas con la energía o la economía digital, entre otras.
El comisario europeo ha pasado de puntillas por las cuestiones políticas más inquietantes para el futuro de la UE. Tan solo ha habido una referencia a las tendencias independentistas que se viven en Europa, tanto en Escocia como en Cataluña o Euskadi, y Almunia ha abogado por afirmar que "es mejor unirse que separarse", aunque, eso sí, ha mantenido una posición menos maximalista y contundente al reconocer que "todo se puede resolver con diálogo y negociación".
En un auditorio donde se encontraba el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y presentantes de Acción Exterior del Gobierno vasco, el vicepresidente europeo ha advertido, no obstante, que "cualquier divergencia se puede pactar sobre una mesa, y sin echar por la borda los logros positivos. No sé si se están calculando los riesgos de perder lo conseguido, que es mucho".
Pero ha sido la única referencia a Euskadi en una sucesión de preguntas más encaminadas a la situación económica. Almunia ha tenido una especial intervención, en consecuencia a su cargo sobre la Competitividad en la UE, con las tax lease en el sector naval y con la multa por las vacaciones fiscales. En ambos casos, desde el Gobierno vasco y, principalmente, desde la Diputación de Bizkaia se le dirigieron duras críticas apelando a su condición de vasco.
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