El PSPV cierra filas frente al referéndum

Solo uno de los 33 diputados socialistas en las Cortes Valencianas se salió finalmente este miércoles de la disciplina de grupo en la votación de una propuesta de Esquerra Unida favor de un referéndum sobre monarquía o república. Juan Soto, de la corriente Izquierda Socialista, justificó una actitud que ya mantuvo hace un año en una situación similar y dijo haber votado “en conciencia” porque no comparte con su partido “seguir apuntalando una monarquía que se aceptó en 1978 por razones coyunturales de fragilidad de la democracia”.

En una reunión previa al pleno, el grupo socialista disipó la tensión generada en los días previos por las sugerencias de la dirección de votar en contra de la iniciativa. El propio Soto reconoció que el debate fue “tranquilo, de ideas y argumentos”. El diputado disidente elogió la calidad de la discusión con Ángel Luna, que se opuso a apoyar un referéndum y defendió la reforma constitucional. Otros diputados criticaron que no se hubiera hablado antes del tema para aclarar la posición. Advertido desde el aparato del PSPV-PSOE con posibles sanciones, Soto comentó: “Asumo mis decisiones y las consecuencias de mis actos”. Cuando se desmarcó hace un año no fue castigado por ello.

La iniciativa de Esquerra Unida, rechazada con los votos del PP, la abstención del PSPV-PSOE y el apoyo de Compromís, instaba al Gobierno a convocar un referéndum para decidir entre monarquía y república y a abrir un proceso constituyente caso de triunfar la segunda opción. El PSPV presentó una enmienda de modificación, que reclamaba una reforma constitucional que abordase un nuevo diseño federal del Estado, nuevas cláusulas sociales, mecanismos de transparencia o la revisión del artículo 135. Esquerra Unida ofreció añadir la enmienda socialista a su texto, pero el PSPV lo rechazó porque mantenía el referéndum.

La diputada Esther López Barceló, que defendió la proposición de Esquerra Unida recordó que más de un 60% de los ciudadanos actuales no votaron la Constitución de 1978, criticó el principio monárquico del "derecho de sangre" y se preguntó: “Un jefe de Estado elegido en las urnas; ¿es eso radical?”.

“El socialismo es indiscutiblemente republicano pero no es incompatible con la monarquía parlamentaria”, proclamó Rafael Rubio, del PSPV-PSOE, que defendió la reforma de la Constitución como mecanismo de renovación necesaria de un compromiso, el de 1978, que defendieron socialistas, comunistas y nacionalistas pero que, recordó, “no fue apoyado por Alianza Popular”. Rubio sintetizó: “Esta Constitución, con sus 35 años de vida, ha sido buena; la próxima tiene que ser mejor”.

Mireia Mollà, de Compromís, dijo que “esta democracia se ha quedado corta” y criticó el “miedo” a pronunciarse sobre la forma de Estado. Por su parte, Juan de Dios Navarro, del PP, recordó que, según las encuestas del CIS, la monarquía solo preocupa al 2% de los ciudadanos.