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Rapapolvo judicial a la Policía Local de Alicante por hinchar un atestado

Un juez reprende a los agentes que detuvieron a una persona diagnosticada de baja inteligencia

Ni insultó, ni se resistió a la autoridad. El fallo de un juzgado alicantino considera “fuertemente hinchado” el atestado de la Policía Local de Alicante contra J.J.B.S., un ciudadano con un informe psicológico que constata una baja inteligencia. El acusado queda absuelto del delito de resistencia a la autoridad y dos faltas de lesiones que el Ministerio Fiscal le atribuyó tras su detención el pasado 2 de mayo después de mantener una discusión con un policía local de paisano a la salida de un juicio. Los testimonios de los policías durante el juicio rápido celebrado, tanto los que detuvieron al acusado como el de paisano, hicieron “recelar de la rectitud de sus afirmaciones”.

El juzgado de instrucción número 1 de Alicante no consideró acreditados los hechos ocurridos a inicios de este mes en la ciudad de la justicia alicantina y rechazó trasladarlos al juzgado de lo Penal número 8. Según la denuncia contra J.J.B.S., este mantuvo un altercado con un agente fuera de servicio y cuando fue requerido por otros dos policías locales para identificarse comenzó a proferir insultos tales como “sois unos hijos de puta y unos cabrones, y como no me dejéis os voy a matar”. El ciudadano, según el atestado de la Policía Local, empujó a uno de ellos e intentó huir, lo que acabó con tres por los suelos y con lesiones de ambos agentes.

Los testimonios de los policías ante el juez  ofrecieron  "demasiados puntos oscuros” 

Sin embargo, el rapapolvo judicial al informe de la Policía Local es notable: la denuncia es “una exageración”. Los agentes perdieron durante sus testimonios ante el juez de instrucción “la presunción de neutralidad y veracidad de la que gozan los servidores públicos”. Sus versiones de los hechos ofrecieron "demasiados puntos oscuros” no pudiendo concretar un relato verosímil de los hechos.

J.J.B.S. es una persona cuyo informe clínico apunta a que tiene habilidades sociales “seriamente comprometidas, lo que dificulta enormemente la integración social”. El mismo informe psicológico constata “dificultades en el procesamientos de la información y en la elaboración de juicios lógicos” así como habilidades conversacionales poco desarrolladas.

Discusión tras un juicio por maltrato

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El día de los hechos, este ciudadano acompañó a los tribunales de Alicante a una amiga que había denunciado a su pareja por maltrato. Cuando el juicio terminó, el supuesto agresor de su amiga se quedó esperando en la puerta del juzgado junto a miembros de su familia pese a la orden de alejamiento que pesa sobre él. Entre los familiares se encontraba el policía de paisano, tío del supuesto agresor.

Según la versión del acusado, corroborada por la mujer a la que acompañó, cuando ambos salieron de la sala después de que el agresor imputado la hubiera abandonado –como suele ser norma para no quebrantar la orden de alejamiento‑, él y su familia todavía no habían abandonado el espacio de espera. J.J.B.S. se dirigió entonces a la madre del imputado: “¿No le da vergüenza tener un hijo así que pega a las mujeres”, exclamó, interjección que devino en insultos de la otra parte.

El tío del supuesto agresor cogió entonces del brazo a J.J.B.S. y se dirigió al puesto de la Guardia Civil en los propios juzgados con el pretexto de que le iba a denunciar. Aunque fue advertido por la Guardia Civil que no tenía por qué estar presente en la denuncia, al no llevar la documentación J.J.B.S. decidió ir al coche a recogerla.

El acusado salía con una amiga de un juicio de violencia de género tras el que discutió con un agente de paisano

A la salida se encontró con dos agentes de la Policía Local que se dirigieron directamente a él para identificarle, según su declaración. Este advirtió que no llevaba la documentación encima a lo que le respondieron en tono avasallador que “si no nos das tu documentación te vamos a arrestar”. J.J.B.S. explicó el porqué no la tenía en ese momentos, razones no atendidas por los agentes.

El ciudadano, cuyo diagnóstico apunta a “un patrón de respuesta lento, aunque con tiempo y sin estresores es adecuada”, se ofuscó e intentó volver al puesto de la Guardia Civil. Finalmente, la conversación acabó con una suerte de melé y con los tres en el suelo, barullo en el que el acusado recibió varios golpes en la cabeza y patadas hasta ser engrilletado.

Jael Rodrïguez, abogada defensora durante el juicio cuya sentencia absolutoria se ha conocido esta semana, aseguró que su cliente está pendiente de si se admite a trámite o se archiva la denuncia interpuesta contra los policías.

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