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Edificios ‘optimistas’ para salir de la crisis

Una empresa remodela sus instalaciones para hacerlas más agradables al trabajador

El consejero de Economía, Máximo Buch (centro), con los responsables de de la empresa Vygon España.
El consejero de Economía, Máximo Buch (centro), con los responsables de de la empresa Vygon España.JOSÉ JORDÁN

El primer “edificio optimista” creado en Valencia es la sede de una empresa de material médico. Al entrar, en la pared, el dibujo de una enorme constelación con el empleado, el paciente, el accionista y el hospital, como puntos cardinales, da la bienvenida . “Con 'el hospital' nos referimos a ustedes, conseller”, ha bromeado Floren Amion, director de la empresa francesa Vygon. “Como a mí me llaman el consejero optimista, estoy encantado de visitar un edificio así”, ha reído el titular de Economía, Máximo Buch, minutos después de estampar su nombre en color azul celeste sobre una de las estrellas principales de la constelación.

Dos pequeñas mariposas mecánicas, alimentadas con energía solar, aletean en sendos setos verdes en el hall del edificio en Paterna (Valencia). Al subir a la primera planta, las paredes en tonos claros y las decenas de árboles y flores dibujados en las oficinas tratan de “generar felicidad”, un ambiente “de buen rollo” y buena comunicación entre sus 45 trabajadores. ¿El objetivo? Duplicar la producción antes de 2024. “Un edificio optimista es un lugar que recuerda al trabajador cuáles son los valores de la empresa, le recuerda la importancia del factor humano en su trabajo diario y es un edificio que no hace más que reforzar lo que es. No hay milagros”, ha explicado Floren Amion.

Lealtad, amor, ética, valentía, dignidad, transparencia o humor son algunas de las ideas de los “árboles de valores” que crecen sobre las paredes de la sala de estar de los empleados. Bailar, “mi moto”, la música, naturaleza, las vacaciones o “las cosas que se hacen en la cama”, forman parte de la nube de los deseos colgada en un lienzo en la misma estancia. “Este ha sido un proyecto de cocreación en el que han participado los trabajadores aportando materia prima en forma de post-it con palabras y fotos suyas”, ha explicado el artista plástico Fernando Jiménez, creador de nuevo diseño que los trabajadores han conocido esta misma mañana al acudir al trabajo.

Junto a los paneles de corcho para las noticias sindicales, los paneles de “cosas para celebrar” y de “cosas para mejorar”, todavía permanecían vacíos. Una pizarra con tizas de colores para escribir mensajes positivos completa el conjunto. "Cuando uno está trabajando y tratando de ser eficaz, la diferencia entre ganar y perder se juega, como Rafa Nadal, por pocos puntos, y ese pequeño punto que queremos aportar es la confianza en sí mismo, saber que estamos contribuyendo a una empresa que va más allá de los intereses habituales", ha explicado el director general de Vygon España, Floren Amion.

En su organigrama existe el departamento del "buen rollo" que se dedica voluntariamente a organizar eventos divertidos en la empresa, en una de las paredes se proyectan fotografías recuerdo de actividades juntos y cada mañana eligen una canción para su grupo de mensajería móvil Whatsapp.

Pero los directivos explican que los resultados no se consiguen solo con optimismo. El 60% de la plantilla de Vygon y el 42 % de los directivos es mujer, es una “empresa familiarmente responsable” y, según los estudios de la firma, la satisfacción de los empleados se sitúa en el 75%. La idea de la dirección es clara: “El futuro puede afrontarse con desazón, o cogiendo el toro por los cuernos y pensando que, si salimos a esa batalla armados con valores y cargados de optimismo, tenemos más posibilidades de ganar".

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