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“Tras años de degeneración a mucha gente le da igual el cierre de Canal 9”

El matrimonio de Toni Ros y Pilar Badules, como otros 1.437 trabajadores de RTVV, recibirá el burofax de despido, casi seis meses después del apagón

F. B.
Concentración de trabajadores frente a las Generalitat.
Concentración de trabajadores frente a las Generalitat.Jose Jordan

Se conocieron en Canal 9, como otras tantas parejas formadas en el lugar de trabajo. Toni Ros, de 48 años, era iluminador y llevaba unos 20 en la televisión autonómica. Pilar Badules, de 45 años, trabajó de operadora de equipos durante 17 años de servicio. Sólo cuando consiguieron ser fijos después de aprobar sendas oposiciones decidieron tener hijos. Hoy sus nanos cuentan 10 y 8 años.

Cuando la pareja de técnicos fue incluida el pasado año en el primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de RTVV, decidieron ahorrar costes y sacaron a sus hijos del comedor del colegio. “Los chiquillos estaban encantados porque tenían más tiempo para estar con nosotros y hacer cosas juntos. Por otro lado, nos hemos dado cuenta de que desde que dejamos de trabajar actúan con una madurez sobrevenida, que les lleva a autocensurarse de pedir cosas”, lamenta Toni.

El fin de RTVV

El 29 de noviembre de 2013, la Generalitat corta las emisiones de Ràdio 9 y Canal 9.

Desde entonces paga unos 4,5 millones de media al mes en nóminas y otros gastos con la pantalla en negro. El cierre cuesta 150 millones, según el comité de empresa. El Consell elude cuantificarlo.

El 22 de marzo, la comisión liquidadora de RTVV y la consultora KPMG llegan a un acuerdo con la mayoría de los sindicatos del comité de empresa. La CGT anuncia una demanda colectiva.

El 6 de mayo se paga el 60% de las indemnizaciones, 90 millones de euros, con el convenio de la Seguridad Social. El resto en 2015.

El 7 de mayo empieza el envío de burofaxes para despedir a 1.439 empleados. 139 trabajadores acabarán de liquidar RTVV hasta 2015.

El Tribunal Superior de Justicia valenciano declaró nulo aquel ERE el 5 de noviembre y la pareja volvió a la plantilla de Canal 9, pero sin trabajar, con permiso retribuido. Han transcurrido más seis meses desde la decisión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de cerrar RTVV, y un poco menos desde el corte de las emisiones el 29 de noviembre.

Ahora, Toni y Pilar recibirán un burofax con su despido definitivo, al igual que otros 1.439 trabajadores. “Todavía recuerdo lo mal que lo pasé la primera vez colgada al ordenador esperando el email para ver si me echaban. Fue muy duro. Ahora al menos vendrá un cartero de carne y hueso”, apunta con humor Pilar, poniendo al mal tiempo buen cara.

Los trabajadores consultados que se concentraron ayer frente a la Generalitat manifestaron que no pensaban quedarse en casa esperando la llamada del cartero. Este viernes, además, se produjo un colapso en Correos y difícilmente se completaría el reparto, según fuentes sindicales. La semana que viene. Las transferencias con las indemnizaciones del 60% de lo pactado (el resto se pagará el próximo año) entre los trabajadores y la empresa fueron efectuados entre el jueves y ayer. La comisión liquidadora que dirige RTVV ha salvado a 139 trabajadores para acabar de extinguir la televisión y saldrán progresivamente hasta junio de 2015.

Toni y Pilar saludan a uno y a otros mientras relatan su experiencia. El primero califica como una auténtica tortura todo el proceso de despidos, que se inició hace más de dos años. “Ha sido muy doloroso, una sangría, y cuando bajaba al bar a tomar un café te encontrabas con un vecino que te comentaba que si la tele estaba masificada, llena de enchufados, que no paraba de manipular. ¿Pero qué me iba a contar a mí? Entonces le explicaba que esa metástasis sólo la han provocado ellos”, dice señalando a la Generalitat. “Yo he visto cómo en mi departamento iban creciendo y creciendo los trabajadores pero a mí la faena no me apretaba”, afirma.

Cuando Eduardo Zaplana fue nombrado presidente de la Generalitat, RTVV contaba con unos 650 trabajadores. A su marcha, la cifra ascendía a 1.496 empleados. Francisco Camps batió el récord al llegar a 1.820 trabajadores.

Los empleados de RTVV cifran en 150 millones el coste del cierre de la cadena

Toni habla con tranquilidad, como si hubiera masticado sus pensamientos. “Es una gran pena. Esto no hubiera ocurrido con la televisión gallega, la catalana, la andaluza... Porque la asumen como propia. Pero aquí hay mucha gente que le da igual el fin de Canal 9 por la degeneración de años y años que ha habido. Parece que la hayan corrompido a propósito para luego sacarle el jugo y cerrarla. Entiendo que la gente se avergonzara de Canal 9, pero hay que explicar que se podía hacer de otra manera y que la televisión es fundamental para la normalización lingüística y la vertebración”, reflexiona el iluminador nacido en Elche.

La concentración está llegando a su fin. El presidente del comité de empresa de RTVV, Vicent Mifsud, resalta que el Consell ha tenido que modificar los presupuestos y quitar dinero “de partidas para la creación de empleo” para el pago de las indemnizaciones (90 millones con el convenio especial con la Seguridad Social). 27 millones de euros se han pagado en nóminas y otros gastos diarios durante los seis meses sin televisión. Hay que añadir decenas de millones comprometidos en el pago de derechos de antena y otros gastos. El comité calcula que el Consell se ha gastado unos 150 millones para cerrar Canal 9.

A unos pocos metros de la concentración, el vicepresidente del Consell, José Ciscar, declina cuantificar el gasto sin dar servicio de televisión y asegura que es “menos que un año de funcionamiento con una plantilla de casi 1.700 trabajadores”. Y añade que en esos 150 millones hay conceptos que no tienen “nada que ver” con la liquidación.

En busca de trabajo en Catar o Emiratos

“Nos tenemos que reinventar”, dice la pareja de técnicos formada por Pilar Badules y Toni Ros. Pasados los 45 años y con dos hijos, ven muy complicado marcharse ahora al exterior para buscarse la vida, como están haciendo algunos de sus compañeros. Asumen que en Valencia será muy complicado encontrar faena en su sector como iluminador y operadora de equipos, una vez cerrada RTVV.

La industria audiovisual, un sector estratégico en las sociedades más desarrolladas, es una de las principales damnificadas en Valencia; también el sistema educativo que nutre de profesionales a la misma. “¿Qué pasará con los estudiantes de Periodismo y de Imagen, con las academias?”, se pregunta Toni. “Las productoras y las delegaciones de las televisiones en Valencia ya están cubiertas. Yo dejé Efe por la estabilidad que me daba Canal 9 y ahora me he vuelto a reunir con mis antiguos compañeros de la agencia porque cubren la información del cierre de RTVV”, señala Pilar, que renunció a una plaza que había obtenido en la televisión de Castilla-La Mancha por quedarse en Canal 9.

Algunos de sus compañeros se han marchado a Guatemala, Perú, Emiratos Árabes o Catar. Hay demandas de cámaras, técnicos, gente con experiencia para enseñar y trabajar en nuevas televisiones, apuntan la pareja y otros trabajadores que se unen a la conversación. Alguno apunta al camino que ha abierto en Catar el que fuera jefe de la sección de Imagen de Televisión Valenciana, entre otros cargos, Pedro Laínez, que trabaja como consultor y está ayudando a montar una televisión en el país de la península arábiga.

Por otro lado, el vicepresidente, José Ciscar, no respondió ayer, al término del pleno del Consell, a la pregunta de si el convenio con RTVE para una desconexión territorial de dos horas en La 2, que considera suficiente para sustituir a Canal 9, deberá tramitarse en el Congreso de los Diputados. “No hay nada nuevo y se respetará el proceso legalmente establecido”, dijo. Se desconocen cuándo empezarán las desconexiones.

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Sobre la firma

F. B.
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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