Cataluña avanza en la prohibición del circo con animales
La comunidad se convertirá en la primera en España en vetar este tipo de espectáculos, que ya impiden un centenar de municipios catalanes
Los circos que plantan sus tiendas en Cataluña cuentan sus últimos días con espectáculos con animales. El Parlament ha aprobado esta mañana, con los votos a favor de CiU, Esquerra, PSC, Iniciativa y la CUP y el rechazo de PP y Ciutadans la tramitación de la prohibición de los espectáculos de circo con animales, incluyendo este tipo de eventos en la lista que fija la Ley de Protección de los Animales. La norma es la misma que, desde 2010, prohíbe las corridas de toros en Cataluña. Con el veto, que se hará realidad una vez culmine su camino parlamentario, Cataluña se convertirá en la primera comunidad de España en prohibir el uso de animales en el mundo circense, siguiendo la senda de países como Austria, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Canadá. 99 municipios catalanes ya impiden la instalación de este tipo de circos en su territorio.
La modificación de la ley, cuya aprobación se da por descontada dado el amplio consenso suscitado, tiene como objetivo evitar “el sufrimiento” de los animales usados en el circo, que según el redactado “viven privados de libertad, atados, enjaulados o encadenados”. Oriol Amorós, de ERC, encargado de defender la norma en nombre de los grupos que la proponen, se vanaglorió de tener una legislación en protección animal “de las más avanzadas de Europa” y recalcó que “la vida de los animales cautivos por el circo es de aislamiento, miedo, y cautividad”.
El debate parlamentario basculó entre la necesidad de protección animal y la supervivencia del circo, un sector que se ha opuesto frontalmente a la ley. Los defensores de la prohibición argumentaron que la cultura circense tiene muchas expresiones sin animales, y se escudó en el sufrimiento para justificar el veto. PP y Ciutadans, en cambio, auguraron una desaparición del circo y consideraron que el maltrato animal se permite en muchas otras expresiones. “No se puede concebir el circo sin animales, es una prohibición absolutamente arbitraria y sin motivos. El espectáculo circense con animales forma parte de la cultura europea”, ha apuntado Matías Alonso, de Ciutadans, que ha tildado la prohibición de “atentado contra la cultura”. Rafael Luna, del PP, ha tirado de anecdotario personal, recordando el regalo de una visita al circo a su nonagenario padre y el día que se encontró un perro abandonado en la Vall d’Aran y ninguna institución le dio solución. “En el circo no hay ningún maltrato animal, hacen los mismos ejercicios que hacen cuando están en libertad. Estamos fijando una fecha para su desaparición”, se ha aventurado Luna.
Los grupos que defienden la prohibición subrayaron que el veto no es un ataque a los espectáculos circenses: “No se quiere prohibir un colectivo ni se está criminalizando el circo. En el mundo, en Cataluña y en España hay circos que hacen todos sus espectáculos sin usar ni un animal”, ha introducido el socialista Jordi Terradas. Hortènsia Grau, de Iniciativa, le ha añadido concreción: “En Cataluña solo hay una compañía estable que use animales en el circo. Tenemos todo una escuela de circo catalanas y de artes escénicas relacionadas con el circo que trabajan en nuevos formatos sin animales”. También ha tratado de suavizar la tensión con el mundo del circo el diputado de CiU Josep Rull, que ha asegurado que el maltrato no es intencionado: “Nadie plantea que haya voluntad de maltratar a los animales. Hay ciertas condiciones que, por si mismas, aunque no haya voluntad de hacer daño, si que impiden su bienestar”.
Una vez el tramite parlamentario consolide la prohibición, solo los espectáculos taurinos con arraigo en Cataluña, los ‘correbous’, tendrán permiso para usar animales en los festejos. La regulación llegó en 2010, en plena polémica por la prohibición de las corridas de toros. Las entidades animalistas no cejarán en su empeño de acabar también con los correbous, una petición a la que se ha añadido Iniciativa. En su discurso, Grau ha invitado a los diputados a “reflexionar” sobre la necesidad de prohibirlos, “también por coherencia”.
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