Marín revive la tragedia quince días después del último accidente

Los efectivos de Protección Civil, del Seprona y el helicóptero de la Xunta aun siguen buscando por tierra y desde el aire al único tripulante desaparecido del pesquero Mar de Marín que el pasado 2 de abril chocó contra un mercante en la boca de la Ría de Vigo. Los otros cuatro marineros fallecieron en el siniestro y el puerto base del buque y el pueblo entero de Marín se tiñó de luto. Dos semanas después, la localidad pontevedresa volvió a recibir ayer pésimas noticias de mar adentro. Otro de sus pesqueros, el Mar Nosso, con bandera portuguesa pero propiedad de un armador de esta localidad se iba al fondo en otro accidente inexplicable.

La localidad estuvo en vilo durante toda la jornada, pendiente de las informaciones que llegaban de Asturias. Además del propietario de la embarcación, que ayer se desplazó a Gijón para estar con sus tripulantes, tres marineros eran naturales de Marín. Todos pudieron ser rescatados con vida, igual que sus dos compañeros residentes en Bueu y Vilagarcía de Arousa. La tripulación gallega está a salvo, aseguró ayer a este diario la alcaldesa de Marín, María Ramallo (del PP), apesadumbrada por el nuevo golpe que recibe Marín con el naufragio. Sus fuentes en Salvamento Marítimo, la Consejería de Mar de la Xunta y el Puerto de Marín, apuntaban que la vida de los supervivientes “no corre peligro”. “Esperamos que los puedan dar de alta en las próximas horas”, iba repitiendo el discurso en todos los medios de comunicación.

En permanente contacto con el armador y el resto de grupos políticos del Ayuntamiento, Ramallo quiso ponerse a disposición de las familias de los fallecidos y también de los supervivientes para prestarles cualquier ayuda que puedan necesitar. “Sigue siendo un siniestro con un desenlace muy trágico y doloroso y queremos estar cerca de las familias que tanto están sufriendo”, aseguró.

El consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Faustino Blanco, aseguró a las puertas del hospital de Jove (Gijón) a donde se acercó para interesarse por el estado de los heridos que los cuatro marineros ingresados allí “evolucionan favorablemente”. Entre ellos está el patrón del pesquero, que se encuentra roto psicológicamente por el suceso.

Blanco también se desplazó después hasta el complejo hospitalario de Cabueñes (en Gijón), para visitar a otro de los supervivientes.