Dos hombres mueren en tres horas tras ser reducidos por los Mossos
El consejero de Interior, Ramon Espadaler, defiende la actuación de los agentes Las intervenciones ponen de nuevo en entredicho la labor policial El hombre fallecido en Salou estaba agrediendo a su pareja en su vivienda
Dos hombres, de 47 y 43 años, murieron el miércoles después de ser reducidos por los Mossos d’Esquadra. Las dos víctimas fallecieron con una diferencia de tres horas, una en Barcelona y la otra en Salou (Tarragonès), después de que varios policías forcejeasen con ellos para detenerles. El consejero de Interior, Ramon Espadaler, defendió ayer las actuaciones policiales, esgrimiendo que, con la información que tienen hasta el momento, se aplicaron “correctamente” los protocolos de detención.
El muerto en Barcelona es el actor Alfons Bayard
El hombre muerto ayer en Barcelona, después de ser reducido por seis mossos d'esquadra en la plaza de Molina, es el actor Alfons Bayard. Según consta en su página web, había participado en diversas series, como Aída (2011), La Riera (2011), Ventdelpla (2009), Hospital Central (2008) o El Cor de la Ciutat (2002).
"La familia ahora no quiere pronunciarse sobre nada", se ha excusado hoy una persona del entorno del actor. Bayard había participado también en cine, y había trabajado en cortometrajes. En la actualidad, realizaba locuciones para publicidad tanto en televisión como en radio.
Bayard falleció ayer pasadas las seis y media de la tarde. El hombre estaba en la terraza de la cafetería Bopan cuando un camarero llamó a la policía, alertando de que estaba molestando al resto de clientes. Seis mossos intervinieron para tratar de reducirle. El hombre, ya esposado, se desmayó y acabó muriendo de un ataque al corazón.
Interior ha abierto dos investigaciones en cada intervención: una criminal, para aclarar los motivos de la muerte, y otra administrativa, por parte de la división de Asuntos Internos, para dirimir la responsabilidad de los policías en los fallecimientos. Las dos muertes ponen de nuevo en entredicho a la policía autonómica catalana, que fue duramente criticada por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, en octubre del año pasado, después de que fuese reducido por los Mossos. Las imágenes mostraban a Benítez en el suelo, profiriendo gritos, y al menos ocho policías encima de él. 10 agentes se encuentran imputados por homicidio en este caso.
El primer caso ocurrió la tarde del miércoles, en la zona alta de Barcelona, en la plaza de Molina. Un hombre, Alfons Bayard, estaba en la terraza de la cafetería Bopan, desde hacía varias horas. Según el camarero del establecimiento, Miguel Ángel Méndez, el hombre comenzó a incordiar a diversos clientes del establecimiento, entre ellas dos mujeres, y se negó a marcharse cuando se lo pidieron. Por ese motivo, a las 18.22 avisó a la policía catalana.
Una patrulla formada por dos agentes llegó al lugar. En un primer momento, intentaron dialogar con él, según la versión policial. Pero este se negó, increpando a los agentes y tratando de agredirles tirándoles una mesa, según la versión policial, que comparte también el camarero del local. Bayard entonces intentó huir, por lo que los mossos trataron de impedirlo y acabaron los tres en el suelo. En ese momento, el hombre “mordió a uno de ellos”, contó a este diario Ricardo del Castillo, un hombre que trabaja en una charcutería, ubicada al lado de la cafetería. Y a otro le agarró por los testículos, explicó el propietario de la cafetería, Xavier Parera,
Los dos agentes pidieron entonces refuerzos y se personaron en el lugar cuatro policías más. Entre todos, esposaron a Bayard, al que mantenían en el suelo. Pero al levantarle, los agentes vieron cómo el hombre palidecía y se desmayaba, según explicó una portavoz de Interior. Una motorista con conocimientos médicos trató de reanimarle, y también los facultativos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Finalmente, Bayard murió de camino al hospital por una parada cardiorrespiratoria.
Las autopsias deberán aclarar las causas de las muertes
Tres horas más tarde, a las diez de la noche, en Salou se producía de nuevo una intervención de los Mossos d’Esquadra, en este caso en la detención de un hombre que estaba agrediendo a su pareja, con el mismo fatal resultado. LoS Mossos recibieron un aviso alertando de que se escuchaba cómo alguien pedía auxilio a gritos desde el interior de unos bajos en el número 51 de la calle de Bruselas del municipio. Facultativos del SEM y la policía catalana se presentaron en el piso, pero el hombre se negó a abrirles la puerta. No fue hasta que los Bomberos lograron romper una verja que en un lateral del piso que pudieron entrar en el domicilio.
Dentro, los policías encontraron a la mujer herida de gravedad y a un hombre, que resultó ser su pareja, golpeándola, informó la policía catalana. El presunto agresor la había llegado a encerrar en el baño, pero la actuación de los agentes consiguió impedir que la matase, explicaron fuentes cercanas al caso. La mujer presentaba múltiples cortes en su cuerpo y en su rostro presumiblemente realizados con los cristales de la mampara de la ducha. Según diversas fuentes, un total de siete agentes intervinieron para separar a la pareja, ambos de nacionalidad española, y reducir al hombre, que se mostró muy agresivo. Ya esposado, el sospechoso perdió la conciencia. A pesar de las obras de reanimación del SEM, el hombre murió; la mujer fue trasladada al hospital. El fallecido tenía antecedentes por violencia de género, según fuentes del caso, y era consumidor de drogas.
Todavía faltan las autopsias para conocer la causa definitiva de la muerte de ambas personas. Espadaler insistió ayer en que se tratan de dos casos muy distintos, ambos judicializados y bajo secreto de sumario. A diferencia del caso de Benítez, donde Interior tardó en reaccionar, ayer por la tarde todos los mossos implicados habían prestado ya declaración ante la División de Asuntos Internos de la policía catalana. De la misma forma, el Departamento se apresuró a pronunciarse sobre lo sucedido, aunque Espadaler eligió atender a los medios en un acto del día de los Mossos, en Berga (Berguedà) en lugar de convocar una rueda de prensa.
Los sindicatos policiales salieron en tromba a defender la actuación de los agentes. “Pasa más amenudo de lo que pensamos, y también pasa en otros cuerpos”, lamentó el portavoz de SME-CCOO, Toni Castejón, en referencia a ataques al corazón en situaciones de estrés. A su entender, la única solución sería que “alguna herramienta” evitase el cuerpo a cuerpo. Y puso como opción la pistola eléctrica, algo que Interior descartó hace años por la peligrosidad en casos de personas con enfermedades cardiovasculares.
El diputado socialista Ferran Pedret mostró su preocupación porque “se produzcan muertes en el momento de detener y reducir una persona”. Pere Calbó, del PP, pidió “celeridad” en la investigación para “que no quede la más mínima sombra de duda en la actuación de los agentes”.
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