Música y teatro como remedio al mal de amores
Manu Berástegui estrena en Valencia la adaptación a su libro '101 canciones para cortarse las venas'
Desesperación, tristeza, celos, venganza, resentimiento... ¿Qué mejor para catalizar el mal de amores que escuchar algunas de las canciones que forman parte de la banda sonora de millones de relaciones? Es el remedio que propone un singular espectáculo de música y teatro, para cuyo tratamiento es fundamental también el sentido del humor, como el que impregna el libro 101 Canciones para cortarse las venas, de Manu Berástegui, periodista, escritor, comunicador, escenógrafo, director de teatro y hombre orquesta que ha adaptado al escenario teatral su propia obra.
El resultado es Canciones para no cortarse las venas, título del destilado teatral y musical que se estrena este jueves en la sala valenciana Flumen (hasta el 30 de marzo), con el propósito de iniciar una gira por España. "Hay música, canto, interpretación, baile, consulta psicológica...", explica Berástegui sobre el montaje para el que ha elegido 21 canciones, de todos los estilos, desde el bolero, al pop-rock, pasando por la chanson française, el jazz, el blues, la canción italiana o el Dúo Dinámico.
Resistiré, Ay, pena panita, pena, Parole, parole, parole, Ne me quitte pas, o All of me son algunos de los temas que interpretan sobre el escenario Víctor Ullate Roche (hijo del bailarín y coreógrafo) y Marta Ribera, acompañados al piano por Ángel Galán. "Son una gente magnífica, con una gran formación teatral y musical. nadie puede decir ahora que en España no se pueden hacer buenos musicales, porque hay toda una generación muy bien preparada", señala Berástegui, colaborador del programa de la Ser A vivir que son dos días. Ullate ha trabajado en espectáculos como La bella y la bestia o Cats; Ribera, en Cabaret o Jecklyll & Hyde. La dramaturgia y la dirección corren a cargo de Berástegui; la iluminación, de Juanjo Llorens, y la dirección musical, de Mariano Marín.
La obra narra la llegada de una mujer desesperada en busca de ayuda "a un lugar extraño, mezcla de consulta de psicólogo y bar de mala nota", señala el programa. "Le han roto el corazón tantas veces que siente que no puede más. Pero está decidida a salir adelante a cualquier precio y le han dicho que allí puede encontrar ayuda", añade. Allí encuentra un hombre que le propone "superar el dolor del corazón roto mediante canciones desgarradoras que hablan de experiencias similares vividas por otros". Luego, la trama se complica un poco más.
"Mi primer propósito es entretener, y el segundo, contar emociones", incide Berástegui, que destaca la buena acogida del montaje en la única prueba con público que ha pasado. "Fue en Vallecas. La gente se emocionó y creo que se lo pasó muy bien porque hubo gritos y bravos", recuerda el director, que .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.