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POP Warpaint
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un universo etéreo

La alineación íntegramente femenina no es lo más noticioso de las angelinas, sino su apuesta por un lenguaje hipnótico y propio

Puede que Intro, la pieza que abre el nuevo disco y los conciertos de Warpaint, no sea el título más ingenioso que pudiéramos esperar de cuatro chicas brillantes, inquietas y bien posicionadas en el círculo angelino de famosos. Con todo, esos dos minutos instrumentales resultan espléndidos para definir las coordenadas: un sonido a un tiempo volátil y cálido, guitarras levemente distorsionadas pero con alas para planear, la búsqueda de un universo etéreo que no incurre en la chabacanería de los teclados al por mayor ni el escenario inmerso en nubes de humo. Dos discos les han servido a estas muchachas para erigir un discurso ocurrente y propio, más allá de productores ilustres (Youth) o anuncios para una de esas marcas de ropa interior con las que el urbanita se siente vanamente irresistible. Y el concierto de anoche, ante 700 personas en But, transmitió esa sensación de solidez y solvencia instrumental que nada tienen que ver con la monotonía que les atribuyen sus detractores.

A diferencia de Savages, que habían pasado ocho días antes por la ciudad, no es la alineación íntegramente femenina el aspecto más noticioso de cuanto sucede en la sala. Desde Keep it healthy queda claro que Warpaint disponen una base rítmica soberbia, con Stella Mozgawa cambiando ritmos y acentuaciones mientras Jenny Lee Lindberg dibuja unas líneas de bajo tan sinuosas como su propia expresión corporal. Lindberg es tan capital en el sonido del cuarteto que ocupa el centro del escenario, con las dos cantantes y guitarristas, Emily Kokal y Theresa Wayman, flanqueándola desde los extremos.

Las californianas no confunden el carácter hipnótico y espacial de algunas piezas (Drive, Hi) con la interpretación desangelada. Theresa y Emily disponen de cuerpo y matices en sus gargantas e incluso la sorprendente Billie Holiday es una exhibición casi folk de armonías a cuatro voces y apenas un elemental arpegio de guitarra. Emily también optó por la desnudez en el primer bis, un Baby entremezclado con citas a Because the night. Warpaint es mucho más que una banda femenina; es una banda con sustancia.

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