Moreno reservará a Gabarro para los grandes debates con la presidenta

La futura secretaria general del PP de Andalucía, Dolores López Gabarro, está “encantada de la vida” con su elección, según ha confesado. A partir del próximo lunes, cuando se apaguen las luces de un congreso que pretende ser de unidad y de cambio, tendrá que ayudar al próximo presidente regional, Juan Manuel Moreno Bonilla, a coger las riendas de una formación que lleva 20 meses con las constantes vitales al mínimo.

Moreno aún no ha cerrado ni la estructura ni la composición de la nueva ejecutiva, que se votará el sábado en el primero de los dos días del congreso. Sí tiene clara algunas cosas: quiere reservar a López Gabarro, diputada por Huelva, para los grandes debates con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, según fuentes populares. Pero será el portavoz del grupo, Carlos Rojas, confirmado en su puesto, el que formule las preguntas a la socialista en la sesión de control.

La futura secretaria general no dimitirá como alcaldesa de Valverde

Moreno no tiene escaño en el Parlamento autónomo, pero estará muy encima del trabajo de los diputados. Los estatutos del PP establecen que el líder del partido es a su vez el jefe y presidente del grupo parlamentario, pero esta atribución de funciones es únicamente de carácter interno. Moreno muy posiblemente propondrá a López Gabarro como presidenta del grupo parlamentario, lo que le revestirá de autoridad a ojos del resto de los diputados populares, pero también le permitirá intervenir en los choques con Díaz si es que así se decidiera en alguna ocasión. El Reglamento de la Cámara establece que las preguntas a la presidenta no puede formularlas cualquier diputado sino los presidentes o portavoces de los grupos.

Desde el PP creen que la próxima secretaria general, dos años más joven que la presidenta de la Junta y que suele ser muy dura en sus intervenciones, puede dar una buena réplica a Díaz. Desde el PSOE están encantados con esta posibilidad y vaticinan que el tono encendido de Gabarro convertirá a la socialista en una estadista. Por el momento, los intentos de los diputados del PP por llevar a Díaz al fango dialéctico no han tenido resultado. Ni lo logró el presidente popular saliente, Juan Ignacio Zoido, y tampoco lo ha conseguido Rojas en las dos ocasiones en las que ha tenido oportunidad de hacerlo. Díaz, que ha demostrado que sabe usar el estilete y que si quiere también puede clavarlo, no ha perdido por ahora la compostura institucional que suelen exhibir los jefes de Gobierno en los debates parlamentarios.

López Gabarro no dimitirá como alcaldesa de Valverde del Camino. Ella ha dicho que va compatibilizar el cargo porque llegó a la alcaldía en 2011 y ha conseguido estabilizar la situación de lo que se encontró como “el pueblo más endeudado de España”, informa Efe. “Hay muchos cargos que han compatibilizado”, señala la onubense, quien ha puesto como ejemplo al actual secretario general, José Luis Sanz, que también es alcalde de Tomares (Sevilla), y al que pedirá “muchos consejos”.

El próximo líder popular esperará un mes a ser designado senador

Moreno Bonilla ha empezado este jueves a cerrar su ejecutiva. Va a crear dos vicesecretarias. La de Organización la ocupará la sevillana Virginia Pérez, diputada provincial, según Efe. Esta provincia, una de las damnificadas en la crisis regional, ha presionado para colocar a alguien de peso. Pero no fue la única que lo ha hecho. También el alcalde de Jaén y presidente del PP de esa provincia, José Enrique Fernández Moya, quería figurar como único número tres. Ostentará la vicesecretaría de Economía.

Moreno Bonilla asistirá este viernes a los actos institucionales organizador por el Parlamento donde coincidirá con Susana Díaz. Su cese como secretario de Estado de Igualdad no se producirá en el Consejo de Ministros de este viernes. Su dimisión está prevista a partir de la próxima semana. El malagueño, que piensa estar muy encima de los 50 diputados del grupo popular, tampoco tiene prisa por ser designado senador por la comunidad autónoma. Su entrada supondría la salida o de Antonio Sanz o de Javier Arenas. En el PP están a la espera de la elección de su cabeza de lista al Parlamento europeo, que podría abrir una crisis de Gobierno y ampliar el campo de juego para mover fichas. Al menos esperará un mes.