De Andrés pide que Álava tenga una “influencia importante” en la ejecutiva

Con la vista puesta en el congreso extraordinario del próximo día 8, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, ha planteado que Álava tenga “una influencia importante” en la nueva ejecutiva del PP vasco.

De Andrés, quien ha participado este lunes en el Fórum Europa en Bilbao, ha considerado “natural” que se tenga “muy en consideración” la experiencia de gobierno del PP en Álava, cuyas dos principales instituciones gobierna, experiencia que, “por desgracia”, el partido no tiene en ninguno de los otros dos territorios. “No se puede renunciar a ello y estoy convencido de que Arantza [Quiroga] no va a renunciar a eso”, ha añadido De Andrés, mientras la presidenta del PP vasco sigue teniendo pendiente concretar el equipo que le acompañe al frente del partido.

La decisión de Quiroga de prescindir de Iñaki Oyarzábal como secretario general ha levantado una tensión en el partido, especialmente con el PP alavés, que se ha ido atemperando a medida que todas las partes intentaban acercar posiciones en busca de un consenso. La propia intervención de De Andrés, quien ha precisado que nadie le ha propuesto hasta el momento ser secretario general, ha tenido un tono conciliador en ese sentido, con menos aristas críticas que declaraciones suyas de los últimos días sobre la polémica abierta.

El mandatario alavés ha planteado que esa influencia de su territorio en el conjunto del partido en Euskadi se mida tanto en personas como en ideas. “No puede ser una cosa sin la otra”, ha destacado. De Andrés ha considerado un error que se conciba la renovación de la ejecutiva popular como una pelea entre territorios en términos de dimensión, peso o influencia. “Nos equivocaríamos todos desde Álava, Bizkaia y Gipuzkoa si esto lo planteamos como una disputa territorial. Lo que tenemos que hacer todos es sumar y aportar”, ha apuntado.

El diputado general ha opinado que el PP vasco “no es un partido en el que haya discrepancias insalvables”. A su entender, hay una coherencia en el discurso, no unanimidad, sino “igual distintas formas de expresar los mismos proyectos y las mismas ideas”. Y en esas formas de expresar en las que puede haber algunas diferencias “se tienen que tener también en consideración a la hora de formar los equipos”, ha concluido.