Las primarias salen a la calle

Los dos aspirantes que compiten en las primarias del PSPV-PSOE agotarán esta semana el plazo para conseguir que la gran novedad de la convocatoria, la posibilidad de que ciudadanos no afiliados se inscriban en el censo para decidir el 9 de marzo el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, obtenga un eco que justifique el esfuerzo. Nadie en el partido, ni en la candidatura de Ximo Puig ni en la de Toni Gaspar, se atreve a aventurar una cifra de electores no afiliados que se pueda considerar un éxito, aunque todo lo que sitúe el censo definitivo por encima de los 30.000 inscritos (16.430 de ellos ya son seguros, porque se trata de los militantes) se considera suficiente para una primera experiencia que desde la dirección federal del PSOE se vigila con suma atención.

Eso explica que la actividad de ambos candidatos sea intensa pese a que la campaña oficial se circunscribe a la semana del 3 al 9 de marzo. Poco a poco, además, las convocatorias de los aspirantes se van atreviendo a dejar los recintos cerrados y salir a la calle. El alcalde de Faura, Toni Gaspar, lo hizo el día 15 en Valencia, ante un centenar de personas, en un encuentro al que se sumó el escritor Fernando Delgado, y lo volvió a hacer el pasado sábado, día 22, en Mislata, ante varios cientos de personas. Puig reunió a varias decenas de jóvenes en un acto sectorial en Valencia el 30 de enero, al comienzo del proceso, y también usó la calle como escenario en Elche en su visita al Baix Vinalopó este fin de semana.

Puig hace valer su mayoría en el partido y evita el choque con su rival

Gaspar ha visitado 26 ciudades, entre ellas las tres capitales de provincia, y se ha reunido con representantes del mundo agrario, económico, educativo y hostelero desde que se lanzó a las primarias, según informa su equipo de campaña. Puig ha protagonizado una veintena de actos a los que han asistido unas 3.000 personas, también según los datos de su equipo. Y ha convocado reuniones sectoriales con jóvenes, con alcaldes y concejales, con el mundo rural, el sector del turismo y el mundo de la cultura. A esta última asistieron, entre otros, el actor Ferran Gadea, la escritora Carmen Amoraga y la profesora Isabel Morant. Tiene previstos actos sectoriales de educación, igualdad y otro dedicado a la juventud.

Aunque es lógico que la agenda de Gaspar (que ha dejado transitoriamente sus funciones de alcalde de Faura) esté más nutrida, dado que es el que más se juega con la participación de los ciudadanos, después de que Puig hiciera una exhibición de su mayoría interna al recoger avales de más de la mitad de los afiliados, la de este último no deja de llamar la atención si se tiene en cuenta que combina las actividades de primarias con los actos públicos que protagoniza en su condición de secretario general del PSPV-PSOE.

En consonancia con esa condición, Puig se ha centrado en predicar el cambio y presentarse como el próximo presidente de la Generalitat. A su vez, Gaspar ha acentuado el discurso participativo, de apertura de la política a la gente y lo ha visualizado en el formato de sus actos, planteados como diálogos con los asistentes. El secretario general ha ignorado a su rival y ha contestado cualquier amago de crítica a la situación del partido con una llamada de atención invariable: “El adversario es el PP”.

Gaspar acentúa el discurso de la participación en diálogos con la gente

No es ajena a esta actitud la preocupación que existe en la dirección del PSOE por que la primera experiencia de elecciones abiertas del cabeza de cartel en una de sus federaciones no se convierta en un enfrentamiento interno. “El PSOE quiere apoyar el proceso y aprender porque el PSPV va a ser pionero en la aplicación práctica de este proceso novedoso”, dijo el secretario federal de Organización, Óscar López, en una visita a la sede socialista de la valenciana calle de Blanqueries el pasado 7 de febrero.

Con todo, para un partido como el PSPV-PSOE, que no ha superado en las dos décadas de hegemonía del PP en las instituciones valencianas sus traumas de instrumento políticamente roto por la división interna, la perspectiva de una derrota de los populares en las elecciones autonómicas de 2015, que las encuestas alientan, y la renovación de sus procedimientos para volver a conectar con la sociedad, como las primarias abiertas, son oportunidades que no puede dejar escapar.