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Con subastas o sin ellas, Manuel Molins estrena farsa en El Micalet

Gracias en parte a la venta de obras de arte, Rodolant Teatre presenta 'El somriure d'un crim'

El dramaturgo valenciano Manuel Molins.
El dramaturgo valenciano Manuel Molins.Jesús Ciscar

A partir de la elección del presidente de la Asociación Mundial por el Crimen como una Obra de Arte, el dramaturgo valenciano Manuel Molins despliega una serie de "situaciones satíricas, lúdicas y humorísticas que tratan algunos de los temas más vivos de nuestro tiempo". De esto va El somriure del crim, una farsa urbana "sobre el poder y la muerte" que coge impulso a partir de la célebre pieza de sir Thomas de Quincey El asesinato como una de las bellas artes.

Pero se trata solo de un primer impulso, puntualizan, ya que a continuación "el texto se introduce por unos caminos y una estética propias", aclara el autor, que también dirige la obra. Para financiar este proyecto, Molins y la joven compañía Rodolant probaron una nueva vía, la de vender obras de arte reunidas a partir de donaciones. Lo cierto es que solo han podido hacerlo en parte, con una primera subasta. Fue con ocasión de una lectura dramatizada de esta pieza teatral, en la que subastaban obras de escultores como Evarist Navarro, fotógrafos como Jesús Ciscar, ilustradores como Paco Jiménez o de pintoras como Aurora Valero. La experiencia funcionó pero quedaron obras para una segunda puja.

"Finalmente, por falta de tiempo, no hemos podido hacer la subasta que planteamos a El Micalet y la hemos dejado pendiente para otro momento", explica Molins. "Hemos ido de cráneo, es lo que pasa con las producciones de estas características", añade. Con todo, han conseguido colocar algunos de los materiales que todavía les quedaban entre amigos que, añadidos a un pequeño préstamo, les permite estrenar el jueves esta metrofarsa o farsa urbana, que estará en cartel hasta el 16 de febrero.

La farsa plantea, por un lado y en clave de sátira, "algunos de los problemas del momento, en este caso", detallan, el poder y la muerte ya que cada día conocemos más casos de cuidadores sin escrúpulos y mediocres a los que no les importa la vida humana y menos todavía la pobreza asesina".

Por otro lado, la metrofarsa enlaza con "la gran tradición que va de Arsitófanes al esperpento pasando por las farsas medievales o la sátira periodística, apoyándose sobre todo en una concepción del espectáculo teatral que tiene su eje fundamental en el actor". Los actores que dan vida a esta comedia dramática son Josema Soler y Roman Méndez de Hévia, con música del pianista Arcadi Valiente.

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