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Moreno inicia otra travesía del PP andaluz en busca del cambio político

El elegido de Mariano Rajoy niega que haya habido “vencedores y vencidos”

Lourdes Lucio

Como preveían los más y los menos veteranos, el Partido Popular de Andalucía se puso este miércoles en fila detrás del hombre señalado por el dedo del presidente del Gobierno y del partido. En menos de 24 horas, Juan Manuel Moreno Bonilla dijo haber reunido 9.000 avales de los militantes para aspirar a presidir el PP andaluz después de haber sido designado el día anterior por Rajoy, “su gran referencia” política, según confesó. Sin corbata, rodeado de los ocho presidentes provinciales, todos hombres y todos trajeados, el futuro líder mostró sus credenciales en la sede regional de su partido en una rueda de prensa de cerca de una hora en la que contestó a una veintena de preguntas.

Moreno Bonilla inicia a partir de ahora una nueva travesía del PP de Andalucía para alcanzar el “cambio político” en la comunidad, misión que la derecha andaluza persigue desde hace 31 años, sin conseguirlo. A punto estuvo en las últimas, cuando ganó por primera vez las elecciones al Parlamento autonómico, pero le faltaron cinco escaños para lograr la mayoría absoluta.

Moreno a veces sonaba a Javier Arenas, el hombre que ha moldeado el partido en Andalucía en los últimos 20 años y uno de los vencedores de la batalla por el control futuro del partido. Lo parecía cuando sostuvo que su “sueño” es lograr presidir una alternativa de gobierno a los socialistas. También cuando mantuvo que su reto es “gobernar en Andalucía” y ser presidente de la Junta o cuando repitió varias veces que se presentará para “liderar un partido ganador” o al proclamar que estará permanentemente en la calle para estrechar la mano de al menos un millón de andaluces.

Todo esto lo han escuchado decenas y decenas de veces los militantes y dirigentes del PP andaluz. De él depende que de nuevo los militantes y los votantes vuelvan a creer que es posible alcanzar una meta que se les ha resistido en nueve ocasiones.

Pero otras veces, sonaba a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, como cuando negó temer la sombra de Arenas. “Soy Juanma Moreno y me debo al PP de Andalucía y ese es mi objetivo fundamental”, proclamó. Hace cinco meses, en el Parlamento autónomo la socialista le espetó a Juan Ignacio Zoido, el presidente saliente del PP: “Soy Susana Díaz Pacheco y esta es mi investidura. El señor Griñán ya no está”.

“Soy Juanma Moreno y me debo al PP andaluz”, ha dicho parafraseando a Díaz

Moreno Bonilla, 43 años, y Díaz, de 39, tienen una trayectoria política parecida. Ambos han trabajado siempre en, para y por su partido; han sido concejales, parlamentarios autonómicos y diputados al Congreso. Y han comenzado su carrera desde abajo, en las Nuevas Generaciones del PP y las Juventudes del PSOE.

Cuando Moreno compareció ante la prensa, a las once de la mañana, ya se sabía que no habría otro rival. José Luis Sanz, el todavía secretario general y favorito de Zoido y de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, notificó casi una hora antes, a través de un comunicado, su apoyo al dirigente malagueño. Sanz se permitió un corto periodo de reflexión en el que recibió muchas presiones a favor y en contra sobre su candidatura al congreso del 1 y 2 de marzo.

Todos los dirigentes andaluces, desde Zoido hasta Moreno Bonilla, negaron la mayor: en la crisis del PP andaluz nadie ha resultado desautorizado, no hay “vencedores ni vencidos”, todo el partido es una piña y un ejemplo de unidad y cohesión. No hubo ni una voz disonante, todos se sumaron al coro de bienvenida del futuro líder, que ahora deberá formar un equipo en el partido y en el Parlamento andaluz, donde no tiene escaño, lo que supone una dificultad a la hora de medirse con Díaz.

La dirección que forme será una de las pruebas de resistencia de su liderazgo. Moreno Bonilla deberá encajar las piezas provinciales con primor, para salvaguardar el equilibrio regional siempre con las costuras tensas y, en concreto, entre Málaga, la provincia con más militantes y donde mejores resultados electorales obtiene el PP, y Sevilla, el bastión rojo del PSOE, pero cuya capital ostenta Zoido. Pero también los dirigentes populares están muy pendientes de la procedencia familiar de los futuros ejecutivos, en un partido donde todo el que está se lo debe a Arenas. “El PP va a demostrar que ni tutelas ni tutía”, dijo ayer Zoido citando al fundador del PP, Manuel Fraga. También negó haber quedado desautorizado por Rajoy. Zoido no volverá a intervenir más en el Parlamento y sopesa dejar su escaño.

Durante su presentación, Moreno resaltó que era hijo de emigrantes andaluces y opinó que la legislatura será corta, porque, según él, Díaz está más pendiente de lo que ocurre en la sede federal socialista que de lo que pasa en la Junta. Solo a preguntas de los periodistas se refirió a la corrupción, el principal y casi único tema que utiliza el PP frente al Gobierno de coalición. Aseguró que le “abochorna” y le “entristece profundamente” que la corrupción “acompañe al Gobierno de Andalucía”.

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