¿Espíritu punk y públicos multitudinarios son compatibles? Frank Turner responde

Para ser considerado una especie de poeta punk británico del nuevo siglo, la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas de Londres de 2012 lo acogió en loor de multitudes. Su anterior álbum superó las 100.000 copias y sus conciertos concitan con facilidad miles de personas. ¿Algún problema? Tras el éxito de England keep my bones, Frank Turner se preguntó si había alguna contradicción entre esa proyección masiva, su integridad de músico sin pelos en la lengua y sus influencias punk. No las encontró y siguió adelante con los faroles.

Es que, además, si en el ánimo de este músico que se puede asociar en algunos aspectos a la muy respetada figura de Billy Bragg, anida la energía del punk rock, los latidos de fondo de su corazón trasmiten las puras cadencias del folk. Four simple works es una de esas canciones de su último álbum que encaja vigorosamente en la primera onda. The Way I Tend To Be, en cambio, es de la que respiran aires folk. Y todo trasmite la misma vitalidad y entereza, porque además, Turner es un tipo que sabe hacer canciones.

Su concierto del Loco Club de este jueves, con el que inaugura su breve gira española por Valencia, Barcelona y Madrid, no será de miles de personas, pero merece expectación porque su último disco, el quinto de larga duración en su carrera, es sencillamente muy bueno. Pura energía para estos tiempos mortecinos. Turner actuará con The Sleeping Souls y tendrá como telonera a La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La MODA).