La basura se acumula en la periferia de Alicante en dos días de huelga

“Oiga, ¡que hoy no han recogido la basura!”, le dice una vecina al portero de su edificio en el barrio de la Albufereta, el primer suburbio de playas que se encuentra uno al salir del centro de Alicante. “Es que están de huelga, señora”, contesta el bedel. Esta conversación fue ayer la tónica en diversos puntos de la ciudad, sobre todo en su periferia, donde más se acumula la basura.

El segundo día del paro de la limpieza dejó toneladas de deshechos sin recoger y varios golpes tácticos entre los negociadores. El más notable lo dio UTE Alicante al enviar mensajes de texto a sus trabajadores instándoles a volver a sus puestos porque la huelga que secundan “puede no tener el soporte legal adecuado”.

 Hoy es el tercer día sin recogida de residuos en las calles alicantinas, la fecha marcada por el Ayuntamiento en la que está previsto que la situación sea más que observable para el ciudadano, que ya nota los cúmulos de basura. Haciendo caso a la estadística municipal, si en la noche del lunes al martes se recogieron 100 tonteadas de basura, ayer se quedaron 200 toneladas dentro de los contenedores. La cifra debería repetirse hoy.

En algunos puntos de la Albufereta (10.000 habitantes) los contenedores usados por los vecinos ya rebosan. En el barrio del Palamó (2.000 habitantes), a cuatro kilómetros del centro también. Las calles adyacentes a la principal avenida que cruza el barrio de Los Ángeles, igual.

Pero no hace falta irse tan lejos del centro: la Concatedral de San Nicolás, a escasos 250 metros del Ayuntamiento y donde se concentran varios establecimientos de hostelería está igual. En las dos arterias que desembocan en la plaza de toros desde los barrios al norte (avenidas de Alcoi y Novelda) las bolsas negras sobresalen. En cuanto se callejea por el populoso barrio de Carolinas, limítrofe con el centro, vuelve a aparecer la misma imagen. Solo dos de los diez cuarteles del servicio de limpieza distribuidos por la ciudad están activos. Cerrados permanecen los de la zona de playas, y en los barrios más al norte y alejados del centro como La Florida, Los Ángeles o Colonia Requena.

Coches de la Policía Local escoltan a los camiones de recogida y las máquinas de limpieza. Los servicios mínimos —50% en recogida y 35% para la limpieza— están cumpliéndose. Hasta el martes, el paro se desarrolló “sin incidentes”, en palabras del concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens. Solo hubo identificaciones por parte de la Policía Nacional de dos personas que fueron pilladas in fraganti desplazando contenedores.

El día estuvo plagado de movimientos tácticos. Primero fue un rumor sobre la dimisión de varios miembros del comité de huelga, renuncia desmentida por los sindicatos: “Somos los mismos que el domingo”, aseguró el representante sindical, David Martínez (CC OO). Luego, al término de la reunión municipal para el seguimiento del paro, el propio Llorens dijo que los delegados sindicales “no tienen representatividad” tras firmar dos preacuerdos para congelar la huelga y prorrogar las negociaciones. Ambos fueron tumbados en asamblea por la mayoría de los 513 trabajadores.

En este sentido, horas después, la mercantil UTE Alicante enviaba 500 mensajes a todos sus empleados comunicándoles que deben “asistir a su puesto de trabajo, en su horario... atendiendo a la organización que su encargado disponga”, porque “la huelga puede no tener soporte legal adecuado”. De lo contrario, “puede suponer una infracción laboral... la pérdida de retribución, incluyendo la parte proporcional”.

El sindicato se movilizó para bloquear una acción destinada a “marear” a los 161 empleados que votaron en referéndum secundar el preacuerdo firmado el domingo. Estos perdieron contra 252 compañeros que eligieron hacer el paro. En un comunicado, los sindicatos informaron anoche a sus compañeros que “están cumpliendo escrupulosamente todos los requisitos del artículo 80 del Estatuto de los Trabajadores”.

A las 9.30 de la mañana de hoy, comité y UTE Alicante —conformada por FCC, Cespa-Ferrovial, Cívica e Inusa— deberán reunirse para intentar acercar posiciones en la negociación del convenio laboral.