Rosario Porto se autodefenderá en el juicio por el asesinato de Asunta
La madre de la pequeña podrá participar en el interrogatorio a su exmarido y a los testigos
Rosario Porto ejercerá su autodefensa como abogada en la causa en la que está imputada por el asesinato de su hija, Asunta Basterra, junto al letrado que la asiste hasta la fecha, José Luis Gutiérrez Aranguren.
Según han confirmado a Europa Press fuentes jurídicas y tal como adelanta el diario La Voz de Galicia, hace unos días la madre de la menor hallada muerta en una pista forestal del municipio coruñés de Teo solicitó al Colegio de Abogados de Santiago su habilitación "para llevar asuntos propios". Las mismas fuentes consultadas han explicado que, según el Estatuto General de la Abogacía, "cualquier licenciado en Derecho" que quiera llevar un asunto propio "pide que se le habilite" y la entidad colegial "la habilita para ese asunto concreto".
Porto solicitó hace unos días la habilitación para "defenderse en su causa" en colaboración con el letrado Gutiérrez Aranguren. De este modo, en el proceso, Porto podrá interrogar a testigos o imputados en la causa, es decir a su exmarido Alfonso Basterra, acusado por asesinato como ella, y al hombre cuyo perfil genético apareció en ropa de la niña. No obstante, si bien un imputado puede tener dos abogados, en la toma de declaraciones y en el juicio solamente podrá intervenir uno de los dos que ejercen la defensa de la madre y ésta deberá sacarse la toga cuando sea interrogada como imputada.
Durante los últimos días, el juez que lleva el caso está volviendo a interrogar a los policías que han participado en la investigación y a varios testigos. El pasado lunes, acudieron al juzgado de Santiago las dos profesoras de música de Asunta que en su día habían relatado ya a José Antonio Vázquez Taín cómo la niña no pudo dar clase el 9 de julio porque no se tenía en pie. Las docentes confirmaron que el padre de la menor, Alfonso Basterra, llevó a la niña “drogada”, con aspecto de estar sedada, “mareada” y “como sonámbula”. Además, otra testigo aseguró que el cuerpo de la pequeña no estaba visible en la pista forestal donde fue depositado aquella noche. La versión de esta vecina del municipio limítrofe con el de Santiago abunda en la idea que ella misma contó en otra ocasión al magistrado y que transmitió en los primeros días de las pesquisas otro residente del lugar, un hombre que habita en una casa situada en la propia pista.
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