La huelga de la limpieza en Alicante se mantiene
La empresa rechaza prorrogar tres meses el convenio para seguir negociando y evitar el paro
La UTE Alicante, concesionaria del servicio de limpieza de calles y recogida de basuras municipales, se ha negado este jueves a prorrogar el convenio laboral de sus casi 500 empleados durante tres meses como demandaba el comité de empresa para poder evitar la huelga y seguir negociando la nueva situación de sus trabajadores.
Los sindicatos y la unión temporal de empresas que gestiona la limpieza de las calles alicantinas llevan semanas encallados en la negociación de las condiciones laborales que imperaran en la esta empresa que conforman FCC, Cespa (Ferrovial), Cívica y la alicantina Inusa. La UTE convinó prorrogar durante un año el convenio (con una antiguedad de más de 30 años) y el pasado 31 de diciembre comunicó a sus empleados que se descolgaba del mismo, lo que llevó al comité de empresa a convocar una huelga para el próximo 20 de enero.
El comit, ha anunciado uno de sus miembros, David Martínez (CC.OO), ha ofrecido a la empresa la prorroga del convenio durante tres meses más para desconvocar la huelga y seguir negociando "sin la soga al cuello", pero esta se ha negado tras dos horas de reunión entre trabajadores, abogados de las empresas que conforman la UTE y los miembros del tribunal de arbitraje laboral de la subdelegación de gobierno alicantina.
El próximo 17 de enero volverán a reunirse, el día que comienzan las movilizaciones que desembocarán el día a 20 en el inicio de la huelga. El día 17, además de negociar, los empleados realizarán una sentada de una hora frente al Ayuntamiento de Alicante, donde el concejal responsable de Atención Urbana, el vicealcalde Andrés Llorens, se niega a recibirles.
La versión municipal es que no hay razón para sentarse a hablar con los trabajadores puesto que ya se reunieron con la empresa para transmitirle que no quiere que hayan despidos ni reducciones salariales.
Los empleados de la limpieza han ofrecido entre varias medidas congelarse el sueldo durante tres o cuatro años, pero no a perder un acuerdo con una vigencia de más de 30 años que ya se ha reducido "un 20%" en lo que va de año, según los sindicatos.
La empresa considera que no está obligada a cumplir el convenio después de la desaparación por ley de los convenios sectoriales. Le basta con aplicar el estatuto de los trabajadores.
El contrato de limpieza y recogida de basuras de la ciudad de Alicante ha sido llamado la contrata del siglo: más de 400 millones de euros en 12 años. Su principal beneficiario, Enrique Ortiz, dueño de Inusa, es el máximo contratista del Ayuntamiento y principal acusado del caso Brugal que estudia el amaño del plan urbano de la ciudad.
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