El alcalde de Ourense redobla el desafío y relega a uno de sus críticos
El regidor ignora la orden de la dirección provincial del PSdeG de restituir al edil
El PSdeG ourensano sigue enzarzado en una Navidad de cuchillos largos. El alcalde, Agustín Fernández, ha redoblado su desafío contra la dirección provincial del PSdeG, que lleva dos semanas ordenándole que restituya al concejal cesado “por pérdida de confianza” tras protagonizar un plante durante un pleno junto a otros cuatro ediles. El regidor no cede a las presiones de la ejecutiva provincial —controlada íntegramente por los afines al exsecretario general del PSdeG Pachi Vázquez— y los cinco díscolos repitieron ayer el plante que incendió el Gobierno local. A pesar de que el jueves por la tarde el secretario provincial envió un escrito urgente al regidor reclamando la retirada del decreto que despojó de sus competencias a Antonio Rodríguez Penín para evitar un nuevo episodio de la reyerta familiar, el cese no fue retirado y el texto fue leído con la mitad del Gobierno local ausente, pendiente del teléfono móvil. El día anterior los concejales pachistas no asistieron ni a la junta de gobierno ni a la reunión de grupo socialista.
Fernández tampoco cede ante la ejecutiva de José Ramón Gómez Besteiro, de la que forma parte como secretario de Política Fiscal. Tras el cese y los expedientes abiertos a los ediles pachistas de su propio gobierno, la secretaria de Organización del PSdeG, Pilar Cancela, ordenó silenciar la polémica y reunió a las partes para mediar. Pero el regidor ourensano ni siquiera asistió al segundo de los encuentros con Cancela. El PSdeG llegó a solicitar a Fernández y a la secretaria de la agrupación local, Carmen Dacosta, que cancelasen una asamblea convocada para informar a los militantes de la pelea. Sin embargo, la dirección local mantuvo el acto y la ejecutiva provincial anunció que estudiaba la expulsión a la secretaria local. “Si me quieren expulsar que me expulsen”, replicó Dacosta.
Cancela también solicitó que se evitase escenificar el enfado durante los plenos. Pero una vez más, el enrocamiento de ambas partes ha salpicado el pleno municipal. Los pachistas exigen que edil el destituido sea repescado y Fernández no quiere rebobinar una decisión que recae exclusivamente en su persona. “Puede ser un problema de disciplina o de lealtad [de los concejales díscolos]”, afirmó el alcalde visiblemente enfadado durante el pleno de ayer. Y lo hizo ante los pachistas, que escucharon esas palabras sin dirigir la mirada a su propio jefe.
Los cinco críticos explicaron ayer que “aún esperan una decisión de los órganos del partido que no se produjo a pesar de los numerosos contactos”. Una portavoz de la dirección gallega asegura que “ni los tiempos informativos ni los titulares van a marcar sus decisiones” tras preguntar este diario por la ausencia de una resolución para intentar evitar el plante de ayer. “No hay ninguna decisión tomada y cuando se acuerde será comunicada. Y seguro que será la mejor para el partido y para Ourense”, añade.
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