Jazz, flamenco y rock fronterizo

El primer fin de semana del año y último de las fiestas suena a jazz y a flamenco, tanto por separado, como fusionado. Fusionado, lo servirá con generosidad Jorge Pardo, un gigante del saxo y la flauta que ha sido elegido el pasado año como el mejor músico de jazz de toda Europa, lo que debería suponer todo un orgullo para la cultura española si esas cosas se supieran apreciar.

Sin aditamentos, aunque también a veces con un eco flamenco, se encargará de ejecutarlo, desde hoy hasta el domingo, el gran Pedro Iturralde, el más veterano de los saxofonistas españoles. Con sonido americano, Bob Sands y su cuarteto; y con el brío del Caribe, Javier Colina con Pepe Rivero.

Jorge Pardo desgranará su concierto de esta noche flanqueado por otros dos monstruos del flamenco. A la guitarra, Josemi Carmona, de la estirpe de los Habichuela y miembro fundador de los desaparecidos Ketama; y al cajón y a la batería, Bandolero, que es el alias tras el que se esconde José María Ruiz Motes. Pero seguro que el camino recorrido por Jorge Pardo, con todas sus aportaciones revolucionarias y personales, habría sido más difícil si antes no lo hubiera recorrido Pedro Iturralde. Este viejo músico navarro, que introdujo la Cátedra de Saxo en el Conservatorio de Madrid, sigue en plena forma aunque cumpliera 84 años el verano pasado, y para estas tres noches que se va a pasar en Clamores se ha traído a tres de sus habituales acompañantes: Mariano Díaz al piano, Richie Ferrer al contrabajo, y Carlos Carli a la batería.

No se sabe, sin embargo, lo que puede dar de sí la unión por una noche de Pepe Rivero con Javier Colina, pero se intuye hermosa a tenor de las carreras de ambos. Colina con el contrabajo ya se ha unido anteriormente a pianistas de la talla de los desaparecidos Tete Montoliu y Bebo Valdés, así que no le será difícil arrimarse a un virtuoso del jazz latino como el pianista Pepe Rivero. Para esta noche no han pactado un repertorio previo, así que dejarán volar la imaginación para recorrer, improvisando, los miles de vericuetos que el jazz latino ofrece.

Por su parte, Bob Sands, el saxofonista norteamericano afincado en Madrid desde hace más de 20 años, recreará estándares del jazz de todos los tiempos y composiciones propias acompañado de Pablo Gutiérrez al piano, Francisco López, Loque, en el contrabajo, y Daniel García Bruno a la batería.

Los sonidos mestizos que el rock ha propiciado en la frontera mexicana con Estados Unidos es la base sobre la que sustenta su música el vistoso combo que forman Jenny & The Mexicats. Pero aunque el sonido sea el de esas ásperas tierras, la propuesta surgió hace unos años en Madrid entre la cantante y trompetista londinense Jenny —un ángel con halo canalla— y el contrabajista mexicano Icho. Cumbia, ranchera, folk, rock fronterizo y algún eco flamenco les dota de una personalidad única que ha calado hondo estos últimos años en la tierra natal de Icho, donde se fueron hace dos años huyendo de la grisura madrileña. Su vuelta a la ciudad que les vio nacer, y por dos noches seguidas, intenta trasladar la alegría del éxito alcanzado en México en poco tiempo a los mismos bares de sus comienzos.

El guitarrista Vasco Hernández presenta también una propuesta interesante, la que contiene su disco debut Luz de otra manera, publicado hace pocos meses. Vasco nació en Andorra hace poco más de 30 años, pero se crio en Madrid donde hoy se levantan las moles de edificios de Sanchinarro y ahí empezó a tocar la guitarra con solo 10 años. El flamenco es su punto de partida, no en vano en su combo de directo va la cantaora Vanesa Lledó, pero él le dota de imaginación y valentía.