Irujo se pone serio

En una tarde dedicada a la figura legendaria de Miguel Gallastegui en su templo del Astelena, Juan Martínez de Irujo ha respondido con seriedad y eficacia. Se trataba del homenaje del Ayuntamiento de Eibar a su pelotari más aclamado, que ha seguido como muchos domingos la función desde la zona central de butacas.

El delantero navarro, siempre un gancho para levantar las entradas en los frontones, ha reaparecido en el campeonato de parejas con la solvencia que le caracteriza y que le mantiene como un lógico candidato. Con estas credenciales, sin acusar problemas en la pierna, ha salido adelante en compañía del veterano y seguro Barriola. Ambos se han impuesto por un contundente 22-13 a la juventud de Ezkurdia y Zabaleta.

El partido del torneo estaba destinado a un cálculo de fuerzas entre la veteranía y la renovación. De entrada ha habido tramos en el que ha respondido a los deseos de la empresa, pero ha resultado un puro espejismo. Entre estos cuatro pelotaris de Aspe, de momento, hay la diferencia suficiente para que una pelea de esta envergadura se desnivele a medida que se cruzan los pelotazos.

El Astelena dedica la función al legendari Miguel Gallastegui

Eso sí, hubo tiempo incluso en la toma de posiciones para que la cátedra cambiara el color de sus preferencias iniciales, del lado, claro, de Irujo y Barriola. Ocurría que la juventud había cogido el sitio suficiente para alimentar unas ventajas que hicieron pensar en el vendaval azul. Todo ha sido en el 4-6, presagio de una posterior tacada que avivó las esperanzas de Ezkurdia y Zabaleta, bien entonados en esa fase.

Irujo no estaba conectado de momento a la realidad del choque. Pero después del gancho de izquierda al ancho de la cancha de Ezkurdia que supuso el 8-10, el navarro dijo basta. Ha tomado el control de la situación con mando en plazo en los cuatro primeros cuadros y por ahí se ha ido la suerte del partido. Una racha de ocho tantos consecutivos desnivelaron el compromiso con un significativo 16-10 que apagó las ilusiones de los rezagados.

Salvo un tanto de Ezkurdia, el camino ha quedado libre para los veteranos. Barriola ha acabado el trabajo sin acusar el esfuerzo e Irujo ha golpeado con la entidad propia que se le supone. Ante esta combinación, con diez tantos de ventaja en el 21-11, solo cabía la opción de un ligero maquillaje. Es, en realidad, lo que ha ocurrido para llegar al marcador final. La veteranía es un grado, sobre todo cuando no falla.