Puig pide unidad para que los socialistas estén “preparados para gobernar”
Dice que “no hay atajos” hacia el cambio y elogia la lucha contra la corrupción
“Ni el PP es capaz de aguantar la Comunidad Valenciana, ni la Comunidad Valenciana aguanta más a este Gobierno”. El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, describió el “atasco democrático, económico y territorial” que los populares han creado y vaticinó que es “imparable” el proceso que devolverá “un Gobierno honrado a la Comunidad Valenciana”. Ante el Comité Nacional de su partido, que aprobó su informe de gestión, Puig dibujó este sábado una situación política insostenible que le ha llevado a reclamar elecciones anticipadas coincidiendo con las europeas.
“Si la crisis ha devuelto a España a cifras de 2003, a la Comunidad Valenciana la ha situado en la década de los 90”, indicó en una dura crítica que ejemplificó con los 30.000 millones de deuda que acumula la Generalitat y los 700.000 parados valencianos. El interés partidista, añadió, aconsejaría “dejar que el PP continúe desgastándose”, pero el PSPV-PSOE ha optado por exigir al presidente del Consell, Alberto Fabra, que disuelva las Cortes. “Ninguna democracia puede resitir una corrupción generalizada como la que el PP ha llevado a nuestras instituciones”, afirmó Puig, que repasó los escándalos que afectan a los populares y calificó de “indigna y firmada por concejales indignos, cuatro de ellos imputados y uno condenado”, la moción de censura en Orihuela.
El dirigente del PSPV-PSOE criticó la política del PP contra la crisis. “Ningún país ha recuperado la prosperidad desde la mal llamada austeridad y desde los recortes”, dijo. Y arremetió contra Fabra por no defender los intereses valencianos ante el Gobierno. “Nadie entiende que el presidente de Extremadura sea capaz de reunirse con Rajoy y exigirle el pago de la deuda histórica de su región mientras Fabra calla, un silencio que nos asfixia y nos cuesta mil millones al año”. Puig se lamentó de la “invisibilidad” valenciana y recordó que ha conseguido que el PSOE acepte propuestas suyas. “El PSPV ha llegado a la política española para quedarse y la Comunidad Valenciana llegará también a la política española para quedarse”, indicó.
“Asistimos al final de una etapa. Frente al PP de Fabra, que nos propone como solución pasar la hoja del PP de Camps, los valencianos tienen claro ya que la única solución es cambiar de libro. Tenemos la responsabilidad de sacar a la Comunidad Valenciana del atasco. Y por eso hemos pedido el adelanto electoral”, dijo a sus compañeros de partido. Sin embargo, advirtió de que “no hay atajos para el cambio” y el PSPV-PSOE es “el úncio partido que garantiza el cambio real”. “Los ciudadanos nos perciben como una alternativa clara al PP, estamos en pregobierno y el PP está en preoposición”, dijo Puig, que, de cara a su partido, agradeció el trabajo de los que “han denunciado sin descanso la corrupción del PP y el saqueo de las instituciones”. El líder del PSPV-PSOE solo aludió de paso a las primarias, pero hizo un llamamiento a cerrar filas: “Durante 2014, los socialistas valencianos estaremos preparados para gobernar. Tenemos el barco, tenemos la brújula y la mejor tripulación. Ahora solo falta que rememos todos juntos para llegar a buen puerto. Esa es mi petición,unidad dentro de la pluralidad”.
Un partido poco motivado
Los socialistas valencianos vislumbran la posibilidad de gobernar gracias a una aritmética que exigirá pactos a tres bandas, pero su ambiente interno no parece más motivado que de costumbre. Al Comité Nacional del PSPV-PSOE asistieron 161 de sus 303 integrantes, un nivel de participación escaso que ya es habitual. Tenían derecho a votar el informe de gestión presentado por Ximo Puig todos menos los miembros de la ejecutiva, que son cerca de 70. Contando con las ausencias, no pasaba del centenar el número de dirigentes con derecho a voto. El informe salió adelante “con los votos a favor de todos los presentes y una abstención”, según informó el partido.
Los seguidores de Toni Gaspar habían barajado no participar en la votación, pero finalmente, una vez contabilizada una abstención que se expresó públicamente, se consideró el informe aprobado por el resto de asistentes. Gaspar, que dejó la reunión antes de votar porque tenía un compromiso en Faura, donde es alcalde, descartó cualquier voto en contra porque “el adversario es el PP”. La diputada Cristina Moreno, alineada con ese grupo crítico, sostuvo en su intervención que la gestión se mide en buena medida por los resultados electorales o las expectativas en las encuestas, que “son las que son”, y puso en duda la conveniencia de anticipar las primarias de las elecciones autonómicas a antes de las europeas, además de quejarse de que no se hayan aprobado para las grandes ciudades. Hubo en el Comité Nacional más de una treintena de intervenciones. “No estamos para montar líos internos”, comentó un dirigente crítico. “Nuestra perspectiva está en las primarias”.
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