Del palacio al circo
La oferta de ocio de la capital engorda en Navidades con espectáculos e iniciativas que tienen más cuenta al público infantil pero también hay espacio para planes diferentes
La Navidad le debe mucho al siglo XIX. El árbol, los regalos o la lotería, como la conocemos hoy en día, son solo algún ejemplo de ello. ¿Quién diría que el primer árbol de Navidad de España se puso en Madrid en 1870? ¿O que la primitiva nació con la intención de alimentar las arcas públicas, rotas tras la guerra de la Independencia? Con un solo paso es posible retroceder en el tiempo y descubrir todas estas curiosidades navideñas del siglo XIX y conocer de primera mano cómo se vivían estas fiestas en el Palacio de Linares. Lo ha hecho posible la Casa de América, que ha propuesto para estas señaladas fechas un recorrido por los aposentos de uno de los palacios con más leyendas de toda la ciudad. Quien se anime descubrirá que el restaurante Lhardy se encargaba de preparar los menús navideños para los marqueses de Linares y sus invitados y que en Casa Mira elaboraban el turrón para la reina Isabel II y los nobles de la villa.
Como cada año, Madrid se viste de largo. Las luces brillan coloridas en los distintos puntos de la ciudad. El árbol se alza en la puerta del Sol, la Plaza Mayor seduce a los visitantes con sus elegantes espirales azules y el barrio de Chueca muestra presumido el colorido que lo caracteriza. Como es habitual, teatros, salas y vías se preparan para ofrecer el mejor ocio navideño para visitantes y habitantes de Madrid.
La Casa de América ofrece desde el 2 de diciembre hasta el 4 de enero Navidades en el Palacio, donde a través de la gastronomía, las costumbres y las artes recorrerá los espacios que hace dos siglos estuvieron habitados por los marqueses de Linares. “Es una vuelta a nuestras Navidades pasadas que nos ayuda a comprender las presentes, y un repaso al origen de todas nuestras costumbres”, explica Alba Carballeira, guía del palacio, en la que era la sala de música del edificio, donde darán un concierto de arpa y violín los días 21, 22, 28 y 29 de diciembre.
Sin embargo, no serán los únicos que viajen al siglo XIX para presentar una Navidad de cuento. El Circo Price también tendrá su propia regresión, pero esta vez a las carpas de 1900. “Este año contamos con el espectáculo más navideño de la historia de Navidades en el Price”, asegura Manuel González, productor del espectáculo. Trapecistas, equilibristas, bailarinas, titiriteros, payasos y un sinfín de personajes pasarán por la pista de este circo, que por primer vez ficha a Jesús Silva Suso, premio Nacional de Teatro 2003, como maestro de ceremonias. “En el siglo XIX, el circo llegaba a la ciudad en tren. Precisamente así comienza nuestro espectáculo, con Blanca, una niña atormentada por su madrastra, que recupera su ilusión al ver llegar a una troupe de circo al pueblo en el que vive”, revela González. El público cambiará las frías calles del barrio de Lavapiés por una pequeña aldea nevada, que bien podría tratarse de una gran bola de Navidad. “El espectáculo está hecho a lo Dickens, con personajes de la Inglaterra del siglo XIX: desde los más pudientes a los más pillos”, cuenta Jesús Silva Suso, director artístico de Las visiones del Circo. Con este show, que ya ha vendido 70.000 entradas y que estará en cartel hasta el 7 de enero, pretenden que los espectadores recuperen la ilusión por el circo sin importar la edad. “Aquí vienen todos a disfrutar. Tres generaciones divirtiéndose en la pista”, sentencia González.
Para quien prefiera el mar a la nieve y compartir aventuras con los más pequeños de la casa, lo mejor es elegir el musical La leyenda del unicornio, una función en la que los niños, de la mano de Marina, se adentrarán en las profundidades del mar. “Es el momento ideal para hacer cosas en familia. Además, en estas fechas tan entrañables y llenas de ilusión, contaremos con infinidad de sorpresas de la mano de acróbatas, magos y personajes marinos”, desvela Javier Muñoz, director y productor de esta función, cuyo guion fue adaptado al cine en 2001 para una película con el mismo nombre, que fue nominada en los Premios Goya 2002 como mejor película de animación.
La oferta de danza también abre un hueco estos días para que los niños se asomen al escenario. En el teatro de La Abadía, la compañía Aracaladanza presenta Constelaciones, una producción dirigida por Enrique Cabrera e inspirada en la plástica del pintor Joan Miró. La sala Nave 73 está abierta al público familiar los sábados y domingos de diciembre con los espectáculos Agua Salada (14, 15, 21 y 22) y El viaje de Heitaro (días 28 y 29).
La música ocupa otro espacio muy destacado en el ocio madrileño. Y, sí, hay vida más allá de los villancicos. El ambiente festivo mezclado con el frío invita a escuchar sonidos efusivos y tiernos. Nada mejor que asistir a la clausura del XIX Festival Gospel es Navidad en el que actuarán The Georgia Mass Choir, The Friendly Travellers y Chicago Mass Choir para homenajear a Whitney Houston. Aunque no será el único. El 26 de diciembre, la sala Joy Eslava presentará la grabación del disco en directo del coro de Gospel Black Light. “Para el concierto habrá un despliegue técnico de más de 30 personas sobre el escenario: 25 cantantes y nueve músicos, además de muchas sorpresas”, revela Carlos Roldán, integrante del coro. En su repertorio se escucharán temas de Los Beatles, Bill Withers o Kirk Frankin, un concierto diferente y de lo más navideño.
Música, teatro, circo… ¡y talleres! Son un clásico en estas fechas. El Mercado Central de Diseño (en Matadero) imparte este fin de semana dos cursos de decoración navideña: uno para adultos y otro para niños. A través del reciclaje y de elementos que todo el mundo puede encontrar en casa, enseñarán cómo poner de punta en blanco cualquier espacio para Navidad y a muy buen precio. Un taller que llega justo a tiempo para que podamos decorar la casa a partir del famoso Hazlo tú mismo.
Los amantes de lo erótico y de lo salvaje están de suerte. Estas Navidades los Reyes Magos dejan paso a las Reinas del Marabú, que no vienen de Oriente, sino de Buenos Aires y que aterrizan en los Teatros del Canal, desde el 19 de diciembre hasta el 5 de enero, para hacer reflexionar al público sobre el sexo y la vida. Que ningún espectador se espere incienso, mirra y oro. Estas vedettes traen lentejuelas, plumas, correas y mucha, muchísima, provocación en forma de cabaret.
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