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La noche de los tres llenazos

María Rozalén, Bruno Mars y Alter Brigde cuelgan el cartel de “no hay entradas”

Madeleine Peyroux, una de las mejores voces femeninas del jazz.
Madeleine Peyroux, una de las mejores voces femeninas del jazz.Bernardo Pérez

Para los tiempos que corren, asombra ver que tres conciertos de esta noche han agotado desde hace días todo el papel. Y no son recintos pequeños. En Joy Eslava (cerca de 1.000 personas como aforo legal), la albaceteña María Rozalén mostrará su aplomo de cantautora con algo de coplera y vena racial, y con simpáticos invitados, como el actor Fernando Tejero, con el que cantará una canción. En el Palacio Vistalegre (11.000 personas), el estadounidense Bruno Mars, de ascendencia filipina y portorriqueña, hará valer su desinhibido pop; y en La Riviera (2.500), y desde Florida, serán Alter Bridge los encargados de atronar con su rock metálico.

Quedan entradas, sin embargo, para completar el aforo del Palacio de Deportes donde, esta noche también, los británicos Arctic Monkeys tendrán que demostrar por qué están considerados como una de las bandas más influyentes del rock del siglo XXI, y por qué se les ha puesto tan pronto a la altura de otros grupos británicos tan famosos como The Kinks, The Who o The Beatles. Su quinto disco, AM, que justifica su gira mundial, es otra muestra más de su evolución en busca de la canción perfecta.

» Folk y flamenco. El fin de semana vuelve el folk de inspiración ibérica a Madrid. Por un lado, se recupera el festival Madrid Folk, tras un par de años sin celebrarse. La Banda Morisca, y sus fusiones de recuerdo andalusí aflamencado, del norte de África y ecos orientales, será la encargada de arrancarlo mañana. Por otro, Balbarda, el quinteto instrumental madrileño que acaba de editar su tercer disco, Danza de máscaras, donde cuentan con la ayuda de dos consagrados del género, como Javier Paxariño y Eliseo Parra. Lo presentan el sábado en Clamores. Y por otro, la tercera edición del Trad-bacalera, que se celebra mañana en el centro social La Tabacalera de Lavapiés con X-Tramonio como grupo estrella.

Agenda del fin de semana

  • VIERNES: Alter Bridge,La Riviera.
  • Rozalén, Joy Madrid. Tomatito, San Juan Bautista. Niño Josele, Auditorio Nacional.
  • SÁBADO: V Madrid Folk: La Banda Morisca, Espacio Paddock Trad-Bacalera: Mazedonia'n Blue, Dúo String Fling y X-Tramonio. La Tabacalera de Lavapies, 16.30. Balbarda, Clamores. Festival Mundo Idiota. Palacio Vistalegre y Gruta 77. X Festival Flamenco de Torrelodones: J. Mercé, Teatro Bulevar.
  • DOMINGO: Madeleine Peyroux, Auditorio Nacional.

El colegio mayor San Juan Evangelista, más conocido como El Johnny, trae esta noche a una figura de la guitarra flamenca, Tomatito, para presentar la Fundación San Juan Evangelista, creada para salvar la institución, y su glorioso pasado histórico como club de música. Otro tocaor, Niño Josele, almeriense como Tomatito, concurre esta noche al ciclo Andalucía Flamenca que se viene celebrando en el Auditorio Nacional. Y un enorme cantaor, de Jerez, José Mercé, se acerca mañana hasta Torrelodones a poner fin a la décima edición de su festival flamenco. Mi santa, El mar de mi ventana y Mi única llave son las tres últimas obras grabadas, respectivamente, por estas grandes estrellas del flamenco.

» Contrastes. Dos recintos distintos se unen mañana para celebrar un mismo festival. Se trata del Mundo Idiota, y tendrá lugar entre el Palacio Vistalegre y la cercana sala Gruta 77. La pulsera de acceso da opción a pasear de un lado a otro para ver las evoluciones de un montón de grupos sobre sus respectivos escenarios. Def con Dos, Lendakaris Muertos, Ninja Pastori, Reno Renardo, Los Gandules, Juampa y La Raja o El Chivi son los más destacados de un acontecimiento que empezará a las cuatro de la tarde.

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La elegancia vocal de una de las grandes damas del jazz de finales del siglo XX y principios del XXI, Madeleine Peyroux, echa el cierre a la semana. Es un personaje controvertido que puede hacerse antipático, acaso por sus maneras reservadas, pero es indiscutible su talento cuando se sube a un escenario, agarra una guitarra y empieza a desgranar canciones, muchas veces conocidas de repertorios ajenos. Su último disco, The blue room, está inspirado a su vez en el clásico Modern sounds in Country and Western music, del desaparecido Ray Charles.

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