Un número histórico

El número 47.577 de El Correo de Andalucía pasará a la historia de este decano de la prensa sevillana. Sin duda, ocupará un lugar especial en sus casi 115 años de vida. Sumergidos en el limbo en el que se encuentra el diario tras su opaca venta, los trabajadores han tomado el control y han publicado este jueves una edición especial en defensa de esta publicación. Los empleados, encerrados en la sede del periódico desde ayer, comenzaron el lunes una huelga de cinco días en protesta por los retrasos en el pago de las nóminas y por la incertidumbre del futuro del diario.

Arropada por la sociedad sevillana, la plantilla mantiene una protesta que hoy queda plasmada a lo largo de 56 páginas. Un ejemplar en el que los empleados confían “en la viabilidad” del decano. Y no lo hacen solos, están acompañados por un nutrido grupo de representantes de la vida sevillana y andaluza. Desde los expresidentes de la Junta José Antonio Griñán, Manuel Chaves y José Rodríguez de la Borbolla hasta el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, o el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos. “Por un periódico con esta trayectoria histórica y democrática se deberían de hacer esfuerzos por todas partes”, asevera Chaves. “No tengo ninguna duda de que hay, deber haber, un futuro para El Correo de Andalucía”, apunta Zoido.

En esta lucha por defender la cabecera, trabajadores del periódico se han reunido este jueves con la presidenta de la Junta, Susana Díaz. "Nos ha mostrado su respaldo y nos ha ofrecido asesoramiento legal", explica la presidenta del comité de empresa, Iria Comesaña. Los empleados también se reúnen esta tarde con el alcalde de la ciudad. Según detallan en esta edición especial, su objetivo es que el Grupo Alfonso Gallardo (propietario de la cabecera desde 2007) “asuma la responsabilidad de dar una salida digna que permita la continuidad de la cabecera” que fundó el cardenal Marcelo Spínola en 1899.

La semana pasada, el Grupo Alfonso Gallardo vendió el periódico a la empresa Rumbo & Chip Edutainment S.L., participativa del grupo inversor vasco Abra Invest. En la operación intermedió el abogado Luis Miguel Martín Rubio, quien confirmó a este periódico que detrás de la operación se encontraba Diego Castrejón, cesado a los pocos días de ser nombrado director de la cabecera. Castrejón niega esta versión y asegura que él decidió afrontar la operación "personalmente" cuando Rumbo & Chip se arrepintió de la compra. Martín Rubio mantiene que tras la venta Rumbo & Chip se da cuenta de que Castrejón no tiene los fondos prometidos.