“He trabajado en una televisión manipulada”
Amàlia Sebastián comenzó a trabajar en Canal 9 en 2000 Anoche leyó el comunicado de la plantilla contra el cierre
La presentadora de Canal 9 Amàlia Sebastián está desbordada. Desde que anoche leyó un comunicado en medio del informativo contra la liquidación de Ràdio Televisió Valenciana, auspiciada por el Gobierno de Alberto Fabra, del PP, su móvil arde. La periodista, de 37 años, recaló en la televisión pública en 2000. Carece de plaza, pese a haber aprobado las últimas oposiciones. Defiende la profesionalidad de los 1.660 empleados despedidos. Y la suya: “No tengo padrinos ni vínculos con el PP”.
Pregunta. ¿Quién escribió el comunicado?
Respuesta. La redacción. Se pactó con los sindicatos y trabajadores. A mí me lo dieron y lo leí tal cual. Nos enteramos de la noticia por un tuit de El Mundo. Pedro Jota se congratuló de la decisión. Fue muy feo.
P. ¿Tiene la sensación de haber trabajado en una televisión manipulada?
R. Claro. El episodio más sangrante fueron los inicios del caso Gürtel, cuando nos daban platós [entradillas introductorias de un vídeo] ininteligibles. Eso no había por donde cogerlo. No se podía cambiar ni una coma. Ahí tocamos fondo. Pero con Rosa Vidal, última directora general, se informó con más normalidad, aunque no somos La Sexta. Pero dimos cuenta de episodios como el juicio al expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra.
P. Usted presentó informativos entre 2007 y 2008. Un año antes, ocurrió el accidente de metro de Valencia, un episodio silenciado por Canal 9.
R. Cuando ocurrió el accidente yo presentaba el tiempo. Tenía otra responsabilidad. No obstante, yo asumo la parte que me toca.
P. ¿Quién le daba las consignas para manipular?
R. A mí me daban la noticia. Era una cosa asumida por todos. No preguntábamos quién daba la orden.
P. ¿Nunca se planteó protestar?
R. Sí. Pero yo no tenía la plaza y siempre tienes miedo a que [la dirección de RTVV] tome represalias. Echaron a la mayoría de trabajadores que protestaron.
P. ¿Protestó formalmente ante un jefe?
R. Sí, lo comenté con los editores. Pero no ante los responsables supremos de la televisión. Solo soy una redactora. Además, nunca se me pidió opinión.
P. Ante el Palau de la Generalitat solo había esta mañana una sexta parte de los 1.660 trabajadores afectados por el cierre de Canal 9. ¿Por qué tan pocos?
R. La empresa nos dividió. Desde que ganó las elecciones el Partido Popular. Siempre he pretendido limar las asperezas, hablando cara a cara con mis compañeros. Nosotros no somos los culpables. La responsabilidad es de los directivos que han propiciado la liquidación.
P. ¿La liquidación de Canal 9 ha sido una voladura controlada?
R. Ya no sabemos qué pensar: si lo tenían todo estudiado o no. La decisión del cierre fue unilateral, sin posibilidad de negociar. Nos enteramos por un comunicado. No informaron a la cara.
P. En Canal 9 trabajaban profesionales sin la carrera acabada. ¿Esto es normal?
R. No tengo constancia de casos concretos, pero no es normal. En absoluto. Pero no debemos remontarnos al ERE, que provocó la salida el pasado año de un millar de empleados. Me da mucha tristeza de un compañero que me denunció sin tener la oposición ni el título. La última reforma laboral permitió denunciar a compañeros para justificar que se tenían más méritos para permanecer en la empresa.
P. ¿Qué porcentaje de enchufados había en Canal 9?
R. No lo sé. No me dedico a preguntar la vida de cada uno. No puedo dar una cifra. Parece que había muchos, pero no puedo certificarlo ante notario.
P. ¿Los enchufados eran un tema de conversación entre colegas?
R. No, yo no quise meter cizaña. Al fin y al cabo, somos todos compañeros. Me he dedicado a trabajar y punto.
P. ¿Por qué no denunciaron la manipulación antes?
R. Asumo la parte de culpa, pero no pienso cargar todo bajo mi espalda. Los responsables fueron los últimos directores generales. Los trabajadores hemos tenido la mínima parte de culpa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.