Las caricaturas salen del cajón

Son muchas las ocasiones en las que la caricatura ha sido la mejor manera de contar una historia sin barreras ni tapujos. Unos trazos cargados de intención y talento pueden ser más que suficientes para retratar las intenciones de un personaje o para eludir lacras culturales como la censura. Así ha sido y así sigue siendo.

José Cecilio Lázaro Galdiano (1862-1947), el gran coleccionista de casi todo, era también un apasionado del dibujo. En los fondos de su museo se conservan más de 3.000 obras de las que una gran parte son caricaturas de artistas que colaboraron en su revista y editorial La España moderna, tuvo alguna relación con ellos o simplemente los admiraba. Después de un año de trabajos de catalogación, la conservadora Carmen Espinosa ha escogido 26 obras para organizar una exposición orientativa de los fondos del museo.

Bajo el título Caricaturas. Ilustradores de los siglos XIX y XX en la Colección Lázaro, se ofrece un panorama de cómo las publicaciones de la época retrataron a políticos, escritores o actores, a los protagonistas de la vida pública en facetas diversas. La caricatura de la escritora y amiga de Lázaro, Emilia Pardo Bazán, el escritor y periodista Sinesio Delgado o el compositor Charles Gounod son algunos de los personajes elegidos.

Son trabajos, explica la comisaria, que fueron publicadas en diarios, semanarios o en álbumes de la época. Un ejemplo de ello son las caricaturas de artistas como Honoré-Victorin Daumier (1808-1879) aparecidas en el diario, y luego semanario, Le Charivari (1832-1937). También están presentes en la muestra algunos dibujos de Manuel Luque de Soria (1854-1924) que se divulgaron en los álbumes Vistazos y Perfiles, o se publicaron en el Almanaque político satírico La Filoxera. Las obras de Luque ilustraron las páginas de Madrid Cómico junto con otros artistas como Ramón Cilla (1859-1937), Pedro de Rojas (1873-1947), Francisco Sancha (1874-1936), Inocencio Medina Vera (1876-1918), Tomás Leal da Câmara (18761948), Manuel González Martí Folchi (1877-1972) o Joaquín Santana Bonilla (1899-1931). De este último es la portada de Madrid Cómico del 27 de octubre de 1900 con la caricatura de Eduardo Benot, filólogo, político, matemático y pedagogo, que en 1887 ingresó en la Real Academia de la Lengua.

Entre las piezas elegidas hay una caricatura anónima en la que se ve a Lázaro Galdiano en Biarritz, en 1904. Tocado con sombrero y luciendo una barba puntiaguda, el empresario y gran coleccionista camina arrastrando una enorme pluma de ave. De Daumier se muestra una litografía de 1848 en la que un niño distrae su atención ante la conversación de dos personajes con pinta de banqueros.

Caricaturas. Ilustradores de los siglos XIX y XX en la Colección Lázaro. Museo Lázaro Galdiano. Serrano 122. Hasta el 9 de diciembre. Entrada libre