Gustafson asegura que la primera fase del Parque Central puede arrancar ya

Está considerada la gran dama del paisajismo arquitectónico moderno. Norman Foster elogia su capacidad para ir al corazón del problema, para identificar la solución. Tiene sobre la mesa una veintena de proyectos internacionales, en Singapur, en Washington. Pero Kathryn Gustafson (Yakima, Washington, 1951) insiste en el especial interés que tiene en el proyecto de Parque Central de Valencia. Lo hizo este jueves, antes de ofrecer la conferencia inaugural del curso en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia: “El proyecto de Valencia es una infraestructura que la ciudad necesita muchísimo. No entiendo cómo la ciudad ha podido convivir tantos años con ese corte, con la suciedad y los ruidos de los trenes”.

Comprende la delicada situación económica, los problemas financieros que no sólo afectan a España. “En todo el mundo hay proyectos que se han desestimado, pero no creo que sea el caso de Valencia, que está paralizado momentáneamente, como en pausa. Otros proyectos en dos o tres años se retoman. Creo que el de Valencia se retomará porque es esencial para la ciudad, que no puede estar mucho más años con ese corte en la ciudad, que no permite conectarla”.

“No entiendo cómo la ciudad ha convivido con la suciedad y el ruido de los trenes”

El proyecto del Parque Central con el que la paisajista norteamericana ganó el concurso internacional en febrero de 2011 está dividido en tres fases. La primera recae sobre los barrios de Russafa y Malilla y se crearía una zona verde integrando los antiguos edificios ferroviarios con una función cultural. “La primera fase se podría desarrollar porque no precisa el soterramiento de las vías. Ya está toda la documentación preparada y podría comenzar mañana mismo tras obtener las licencias necesarias”, asegura la paisajista.

Sus colaboradores en Valencia de las ingenierías de NovaIng y Grupotec añadieron más tarde que las alegaciones al proyecto son técnicas y de fácil resolución y que tan sólo falta la aprobación del PAI y posteriormente la aprobación definitiva de este proyecto para licitarlo. Esta fase tendría un coste de unos 22 millones de euros y ocuparía unos 110.000 metros cuadrados. Según el convenio de 2003, el Parque Central debía financiarse con las plusvalías urbanísticas que generen los terrenos. De momento, el Ministerio de Fomento no ha consignado presupuesto ni para enterrar las vías ni para la nueva estación.

Gustafson incide en la importancia de crear una gran zona verde de sostenibilidad, un espacio de encuentro personal y colectivo para que los ciudadanos disfruten de la naturaleza sin necesidad de “coger el coche”.