Sumamente original

La tabla del nueve ha salido de su refugio. El efecto multiplicador del concierto que ayer ofrecieron, agrupados en tres formaciones diferentes, nueve instrumentistas de la Joven Orquesta Nacional de España, partía ya de la composición del programa. Comenzó y finalizó en clave de nueve, con violín, viola, violonchelo, contrabajo, fagot, flauta, oboe, clarinete y trompa, partiendo de una arreglo para noneto efectuado por el propio Poulenc de sus Mouvements perpétuels y concluyendo con una magistral versión de esa obra extraordinaria que es el Nonett, opus 31 del alemán Ludwig, más conocido por Louis, Spohr.

En realidad hubo otra obra más para nueve instrumentistas, ofrecida como propina. Se trata del arreglo realizado por José Luis Turina, director artístico de la JONDE, sobre algunos de los 24 caprichos para violín solo de Paganini, una obra de la época de Spohr, de la que los músicos consiguieron una lectura excelsa que hizo concluir la velada en clima de apoteosis. En la parte intermedia del concierto, los cuatro músicos de cuerda se centraron en una sonata de Hans Vogt, de 1989, y los cinco de viento en un vitalista quinteto de 1948 de Jean Français.

Todo sonó a nuevo, reforzado por la frescura y espontaneidad de unas interpretaciones llenas de vida. Fíjense hasta qué punto la originalidad dominaba todo lo que había alrededor de este concierto que la preparación del mismo había tenido lugar en el Priorato Le Mesnil St. Martin, en Montaut de Villeréal de la vecina Francia, durante la primera quincena de este mes. Los jóvenes protagonistas fueron Ruth Cañizal, Verónica Cruz, Óliver Casanovas, Delia Nerea Bastida, Nicolás Gómez, Iván Gornemann, Alejandro Regueira, Millán Abeledo y Rodrigo Guijarro. Nueve nuevos fenómenos.