Al abrigo del Dcode

Agotadas todas las entradas para ver al cuarteto escocés Franz Ferdinand en el DCODE Festival, sugerimos otros lugares donde prosigue la actividad musical. El contrabajista Yelsy Heredia se encierra hoy en el Bogui Jazz para rendirle homenaje a la región de Maisí, en el Oriente cubano, de donde es oriundo. No muy alejada es la propuesta del bajista y percusionista Alaín Pérez, que mañana interrumpe su gira junto a Paco de Lucía para darle al bolero, al chachachá, el danzón y el mambo en el Café Berlín.

Competirá esa noche con la voz de seda y cristal de la madrileña Olga Román, que vuelve al Galileo con su reciente disco De agua y laurel, dedicado por completo a la obra y canciones del argentino El Cuchi Legizamón. Y también con el blues salvaje de Los Intocables en El Sol. Tras ese nombre mítico, se esconde a una figura del nuevo flamenco, Raimundo Amador, y su amigo Lolo Ortega. Juntos, y bajo la denominación de Los Intocables, le dan a las versiones de Jimi Hendrix, Cream y otras figuras del blues-rock más potente.

Las guitarras eléctricas son también las protagonistas de Sinfonity, que vuelve al Teatro Nuevo Alcalá tras el éxito cosechado el pasado mes de mayo. Con el virtuoso Pablo Salinas al frente, Sinfonity es un espectáculo donde las guitarras eléctricas hacen las veces de oboes, violines, violas, cellos y otros instrumentos de una gran orquesta para ponerse al servicio de la música clásica y recrear a Vivaldi, Ravel, Falla, Mozart, Beethoven y otros.

Mientras, como si nada pasara, los pueblos de Madrid siguen en fiestas durante todos los fines de semana de septiembre. En Móstoles se atreven hoy con Formula V y Medina Azahara y mañana con Marta Sánchez. En Parla programan para mañana al dúo andaluz Andy y Lucas. Auryn, el fenómeno musical preadolescente español, está en Humanes hoy, y Nena Daconte acude la madrugada del domingo a Barajas. Y en la capital, las fiestas de La Melonera, en el Parque de la Arganzuela no quieren pasar desapercibidas contratando hoy a Melocos, y mañana a Bertín Osborne, para recordar que, por si alguien no lo sabe, alguna vez fue cantante.

Y fuera de los circuitos conocidos, se acerca mañana el gran salsero puertorriqueño Tito Nieves. Ídolo de la comunidad latina en Nueva York, donde vive, su presencia en una discoteca de Fuenlabrada es un ejemplo más del universo paralelo en el que vive la inmigración caribeña en España.