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LA lidia

Illumbe, ni toros ni nada

Quince años después de la inauguración del nuevo coso, Bildu prohibe la feria

Antonio Barrera con la ikurriña en el capote en la feria de 2012 en Illumbe
Antonio Barrera con la ikurriña en el capote en la feria de 2012 en IllumbeJESUS URIARTE

2013 será el segundo año en la historia de San Sebastián sin toros, del más de medio siglo que ha tenido plaza, entre El Chofre e Illumbe. Durante 25 años no hubo coso construido. La ocasión anterior fue 1936, con el estallido de la Guerra Civil. Ahora también responde a motivos políticos. Entonces fue la Guerra Civil y ahora y ahora Bildu, que identifica los toros con una expresión de cultura española en una ciudad vasca, y los prohíbe. El Gobierno municipal utilizó primero el silencio, después llegaron las amenazas de destruir los corrales y por último, lo decidió, con la complicidad del resto de partidos. El PP ha llevado la decisión a los tribunales, mientras PSE y PNV siguen callados anunciando posibles réplicas dependiendo de cuál sea el foro en el que hablan.

San Sebastián ha vivido quince años de toros en el moderno coso de Illumbe, tiempo suficiente para haber resucitado una afición, que durante la larga sequía de 25 años desde la desaparición de El Chofre, penó por la ausencia de corridas. Hoy se cumplen 15 años desde que se inauguró Illumbe, el 11 de agosto de 1998, pero esta tarde permanecerá cerrado en plenas fiestas de Donostia. Las consecuencias más importantes son para los aficionados, que no disfrutarán de los toros, pero la incidencia negativa se notará en muchos otros aspectos. En los últimos años se ha contabilizado un impacto superior a los cien mil euros en la capital guipuzcoana. Hoteles, restaurantes, y el transporte son tres de los sectores de la economía directamente afectados por la prohibición.

La Semana Grande

Curiosamente, la creación de la Semana Grande donostiarra fue una consecuencia de las corridas de toros que se celebraban en la ciudad. Los empresarios comprobaron que, en agosto, había una importante afluencia de foráneos a las corridas de El Chofre, plaza inaugurada en 1903 por el elgoibarrés Mazzantini. Así, tomaron la decisión de contratar fuegos artificiales y algunos espectáculos con otros empresarios de la ciudad. Varias décadas después se da la vuelta a la tortilla con el dudoso criterio de la españolidad. Curiosamente, en un Ayuntamiento en el que Bildu no tiene mayoría es donde el valor de sus representantes ha tenido más fuerza. Localidades como Zestoa, Azpeitia o Deba han seguido con sus festejos y los ediles abertzales ocupan lugar en el palco, en un lógico ejercicio de su condición de cargos públicos.

Pero en Donostia, el equipo de Juan Carlos Izagirre con el miedo de no tener el apoyo de la ciudadanía ni siquiera se ha metido en consultas, ha preferido prescindir de un espectáculo festivo que reunió a más de cinco mil personas pagando una entrada cada tarde del pasado año. El Ayuntamiento quiso enmascarar su decisión con un concurso público para hacer cualquier espectáculo en Illumbe. Nadie ha querido organizar nada. Candado y plaza cerrada. Las coincidencias suelen ser caprichosas y este fin de semana la cercana Bayona, capital de Lapurdi, en pleno corazón de Iparralde, Francia, ha querido reivindicar lo vasco en la fiesta de los toros.

El problema no es económico ni ético es de ignorancia

Donostia ve cerrada su plaza por motivos políticos, mientras a cincuenta kilómetros se celebra la historia del toreo con ikurriñas en la plaza. El viernes, las Arenes de Bayona asistieron a un homenaje al compositor musical Abel Moreno y Pierre Meyzenc, que acabó con los tendidos entonando el célebre Bagare y el no menos emotivo Guk euskaraz. Ayer se vivió la encerrona del torero vasco Iván Fandiño ante seis torsos y hoy el ganado de la corrida será propiedad de Dolores Aguirre, la ganadera vizcaína desaparecida el pasado año. El problema no es económico, ni ético, es una cuestión de ignorancia.

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