Un nuevo descarrilamiento obliga a FGC a reducir las frecuencias de cuatro líneas

Eran las nueve de la mañana cuando un tren de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) descarriló en la estación de la plaza de Cataluña. El incidente fue similar a otros ocurridos los pasados días 19 y 23 de julio: sin heridos y con el corte durante unos minutos de la línea que une la céntrica estación barcelonesa con la línea de Sarrià. Pero ahora sí tendrá repercursiones sobre cuatro líneas de FGC durante todo el mes de agosto, que funcionarán con menos frecuencias de paso, ya que la operadora ha decidido arreglar el problema de forma definitiva, lo que comportará la renovación de parte de la infraestructura.

Las líneas afectadas por las obras de reparación serán la S1 (Terrassa), S2 (Sabadell), L6 (Reina Elisenda) y L7 (Avinguda Tibidabo). La compañía propiedad de la Generalitat explicó ayer que los convoyes de las líneas S1 y S2 pararán en todas las estaciones de su recorrido y circularán con un intervalo de seis minutos entre Catalunya y Sant Cugat. Entre Sant Cugat y Terrassa o Sabadell, el intervalo será de doce minutos durante la primera y la última semana de agosto, y de 15 minutos en la segunda y tercera. Por su parte, los trenes de la L6 y la L7 realizarán un servicio de trenes lanzadera entre las estaciones de Sarrià y Reina Elisenda, y Gràcia y Avinguda Tibidabo, respectivamente, ambas con una frecuencia de seis minutos.

Además de para solucionar la avería, estas alteraciones permitirán a FGC elaborar un análisis para que los técnicos de la compañía puedan identificar cuáles han sido las circunstancias por las que se ha repetido el mismo incidente por tercera vez en un corto intervalo de apenas unas semanas.

El tren de ayer sufrió el mismo problema que en los casos anteriores. Una rueda se salió de la vía cuando el convoy llevaba a bordo a 300 personas y circulaba a poca velocidad. Los usuarios apenas sintieron un ligero traqueteo cuando se produjo el descarrilamiento y la mayoría de ellos pudieron salir del tren en el mismo andén. Solo los pasajeros del primer vagón tuvieron que bajar a las vías para regresar a la plataforma.

Según la compañía, la incidencia está provocada por una pieza que posibilita el cambio de vías y que se instaló recientemente. Desde que se produjo el segundo incidente, el pasado 23 de julio, FGC operaba en ese tramo “en periodo de pruebas”, limitando la velocidad de los trenes a la mitad de la permitida, de 20 kilómetros por hora.

FGC asegura que se habían tomado medidas preventivas pese a que los informes elaborados por las empresas de ingeniería JEZ e Ineco (esta última dependiente del Ministerio de Fomento) aseguraban que no había problemas para circular. Y ahora se ha decidido tomar medidas más importantes para intentar que en septiembre no vuelva a haber descarrilamientos en la estación de Cataluña.