Los bebés congelados de Pilas nacieron vivos y murieron asfixiados
El juez instructor incoará contra la madre un procedimiento con jurado popular, según fuentes del caso
Los dos bebés congelados que fueron hallados en noviembre de 2012 en congeladores de una vivienda del municipio de Pilas (Sevilla) nacieron vivos y murieron por "asfixia mecánica", según han ratificado este martes los forenses que hicieron las autopsias de los pequeños.
Los expertos han declarado por videoconferencia ante el Juzgado de Instrucción 3 de Sanlúcar la Mayor y han confirmado que el primero de los bebés (ambos varones), localizado en un congelador el pasado 9 de noviembre, murió por asfixia y probablemente ahogado, según han afirmado fuentes del caso. Los forenses han asegurado que en el caso de este pequeño existe un 90% de certeza de que la muerte fue por asfixia por sumersión en agua. La madre de los niños, Sara L.H., que ingresó en prisión imputada por asesinato, declaró que dio a luz el 24 de junio de 2011 en la bañera de su domicilio.
Respecto al segundo de los bebés, encontrado el 27 de noviembre del año pasado en un arcón congelador distinto al primero, los forenses han confirmado que también falleció por "asfixia mecánica", aunque en este caso, y debido a su peor estado de conservación, no han podido determinar el mecanismo de la asfixia. A pesar de ello, los expertos se han inclinado también por la asfixia por sumersión en agua. Teniendo en cuenta el espacio de tiempo entre los dos últimos embarazos, los investigadores creen que el segundo bebé hallado nació antes que el primero.
El deterioro del segundo cuerpo encontrado no se debe necesariamente a que hubiese nacido antes sino a otras causas, como que el congelador pudo haberse quedado sin suministro eléctrico, según han indicado las fuentes. Las mismas han señalado que el caso está pendiente de unos informes que presentará la defensa de la imputada, y que una vez terminado el peritaje, el juez instructor incoará contra la madre un procedimiento con jurado popular en la Audiencia Provincial de Sevilla, en un caso en el que la Fiscalía imputará previsiblemente a la procesada dos delitos de asesinato, con una pena aparejada de entre 15 y 20 años de cárcel por cada uno.
La Fiscalía imputará previsiblemente a la acusada dos delitos de asesinato, con una pena de entre 15 y 20 años de cárcel por cada uno
En su declaración, la imputada de 34 años contó que el primero de los partos tuvo lugar cuando aprovechó que su marido —quien descubrió los cadáveres— y los otros dos hijos que tienen en común habían abandonado la vivienda familiar. Sara L.H. se dirigió, según ella, a la bañera, donde finalmente dio a luz, asegurando que el recién nacido "ni lloraba ni se movía", por lo que creyó que había nacido muerto. Respecto al segundo de los bebés hallados, afirmó no recordar nada de haber estado embarazada.
La acusada afirmó que el menor no estuvo mucho tiempo sumergido en el agua, así como que no recordaba haberle cortado el cordón umbilical. Aseguró que lo presionó para que no sangrara, y que "expulsó la placenta y quitó el agua, permaneciendo sangrando un rato".
En este sentido, la imputada explicó que se metió en la bañera "porque sabía que no había tiempo, estaba muy nerviosa y tenía miedo". Asimismo, señaló que el parto se produjo muy rápido, en pocos minutos, y que abrió el grifo "para evitar que el bebé se golpeara" en la bañera. Después, metió el bebé en una bolsa, la ató y la guardó en el congelador, ya que no le parecía bien tirarlo en un contenedor, según dijo en su declaración ante el juez instructor. Aseguró que lo hizo así porque no quería "desprenderse de él ni olvidarlo".
La madre dio a luz el 30 de noviembre de 2012, a poco de ingresar en la cárcel, a su quinta hija, una niña cuya tutela fue otorgada al padre.
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