Lou Donaldson, una estrella de 87 primaveras

Posiblemente es el inquilino más veterano que nunca ha pisado el escenario del Café Central. Lou Donaldson nació un 1 de noviembre de 1926 en Carolina del Norte, lo que significa que este año le caen los 87. Y tan campante. Si no, véase la gira por España que se está metiendo en el cuerpo, con parada y fonda en el Café Central.

Donaldson se ha convertido en una estrella en España, país que visita con cada vez mayor frecuencia, dejando a su paso un rastro de estupefacción y admiración a partes iguales. El venerable jazzista mantiene incólumes sus cualidades de bopper de pura cepa, mientras que su voz ha cobrado un tono estropajoso que ríanse de Tom Waits.

Sus conciertos son un ir y venir entre Charlie Parker y el blues. Si entre medias, nos suelta una versión blanda de What a wonderful world, se le puede perdonar. Un momento de flaqueza lo tiene cualquiera. Pone al Central a un punto del éxtasis con sus clásicos Blues walk y Midnight creeper. Conoce los trucos —los limpios y los sucios— del oficio. En Drinking whisky woman, le canta a cierta dama de gustos no exactamente refinados, entre los cuales se cuenta el de mezclar la susodicha bebida alcohólica con los corn flakes.

Es un hombre de convicciones firmes. “Si están esperando escuchar a Spyro Gyra, olvídense. Aquí, nos dedicamos a tocar jazz de verdad”, dice con voz muy segura. Donaldson habla por él y por quienes le acompañan: el estupendo guitarrista Randy Johnston; Akiko Tsuruga, organista en cuyas manos y piernas reverdece la tradición jazzística de su instrumento; y Fukushi Tainaka, batería de la escuela contundente.

Termina su show tocando Cherokee, versus Ko-Ko. ¿Quieren saber lo que es el jazz? Escuchen a Lou Donaldson en el Café Central.