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danza
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Todos somos cebollas

Partiendo de un planteamiento que gira en torno a la capa externa de todos y de todo, el movimiento que Maite León imprime a sus obras se explica sobradamente por sí mismo

El término de danza inclusiva se ha hecho popular, es algo que ya hoy encontramos en la programación sin extrañeza. En sitios como Cuba y el Reino Unido, entre otros países, han explorado terrenos estéticos muy amplios tanto con discapacitados psíquicos como físicos. La senda no ha sido fácil y en España, el trabajo de Maite León, iniciado a principios de los años 80, tiene carácter fundacional y de primicia. En 1984 ya recibió un reconocimiento de la UNESCO. La agrupación amplía su espectro con la invitación a coreógrafos y bailarines de otros segmentos profesionales, siempre en la perspectiva que el término inclusión no marque unos márgenes de diferenciación que sin embargo, quieras que no, están presentes y deben ser asumidos con naturalidad.

Amalia Galeote se ha interesado por el trabajo infantil, que no exactamente el de la danza inclusiva, pero algo de relación hay en su proyección y en su didáctica. Con el Ballet Carmen Roche hizo La niña farola, que se explicaba muy bien y dejaba encantados a los más pequeños. No es fácil de separar lo terapéutico de lo artístico, ambas cosas van de la mano y aquí es escenificado con sobriedad, llegando a una depuración mejor que en otras obras anteriores.

Para Des/envolturas el planteamiento gira en torno a la capa externa de todos los objetos circundantes, y de las propias personas; los elementos de embalaje cobrar protagonismo; vale la metáfora de que todos somos cebollas y nos representamos a nosotros mismos a través de vestiduras y embalajes, algunos más naturales (y orgánicos) que otros. El papel de estraza, los plásticos y la piel, responden en la obra a una misma función desveladora. ¿Experiencia liberadora? Puede ser. Está conseguida la creación de figuras coordinadas de los unos y los otros.

Los textos, como tantas veces en la danza, sobran, resultan redundantes. El movimiento, que es bueno, se explica sobradamente por sí mismo.

DES/ENVOLTURAS. Coreografía y vestuario: Amaya Galeote; música: Marc Álvarez; luces: Clemente Parro. Psico-Ballet Maite León. Matadero. Hasta el 14 de julio.

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