La sombra del promotor Enrique Ortiz dinamita el PSPV en Alicante

La sombra del promotor urbanístico Enrique Ortiz es alargada. El empresario es el denominador común de la mayoría de las crisis sucesivas que han dinamitado la agrupación local del PSPV en Alicante desde que perdieron el poder en 1995.

La penúltima batalla es la que se está viviendo en el Grupo Socialista donde cinco ediles, sin contar con el apoyo de la dirección, se reunieron el miércoles y eligieron por mayoría una nueva portavoz, María José Adsuar. Ahora los socialistas tienen dos portavoces: el oficial, Miguel Ull, con el apoyo de otros dos concejales, y la nueva líder de los cinco díscolos. Ambos están pendientes de un informe del secretario municipal. El grupo rebelde rompió la disciplina de voto marcada por el PSPV al abstenerse en el último pleno, y no votar en contra, a una moción de Esquerra Unida que pedía que se iniciara de cero la redacción del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Alicante que está “bajo sospecha” al ser investigado en una de las piezas separadas del caso Brugal. Los díscolos argumentaron que no podían votar “junto al PP y defender los intereses de Ortiz”. La dirección del PSPV les abrió los correspondientes expedientes que están tramitándose por la dirección federal.

Pero esta historia se repite. En febrero de 2006, ocho ediles del PSPV destituyeron al portavoz municipal Blas Bernal y nombraron a Manuel de Barros, quien argumentó que uno de los motivos fueron las discrepancias con Bernal por su apoyo inicial al Plan Rabassa, el macroproyecto urbanístico que impulsa Ortiz. Las tensiones fueron tan fuertes que se llevaron antes por delante a Juan Antonio Román, secretario local del PSPV, que dimitió en junio de 2005 por su “desencuentro político” con el Grupo Socialista, liderado por Bernal, favorable al plan. Al final, los socialistas, tutelados por una gestora, votaron en contra de Rabassa.

El PSPV en Alicante acumula desde 1995 una docena de portavoces, la inmensa mayoría dimitieron o se fueron. Una conversación telefónica incluida en el sumario del caso Brugal entre Roque Moreno, entonces secretario general del PSPV y portavoz, y Ortiz, en la que supuestamente el político pedía al empresario trabajo para dos amigos, le obligó a dimitir en octubre de 2010. El sumario de Brugal recoge varias llamadas de Ortiz con históricos dirigentes socialistas, como Ángel Franco. En una de ellas el Ortiz pidió al político una entrevista con la Confederación Hidrográfica para tratar el tema del agua en Rabassa.

Y no debemos olvidar, que el exalcalde, Ángel Luna, trabajó para Ortiz cuando se dejó la política, el ex portavoz Blas Bernal fue nombrado director general del Hércules por Ortiz, y el abogado Alejandro Bas, exportavoz socialista, trabaja ahora para el despacho que defiende a Ortiz por estar imputado en Brugal.