El fuego destruye la cubierta del Alcázar
104 bomberos han controlado en cuatro horas el fuego, que ha causado dos heridos leves En los bajos del edificio murieron 80 personas en un incendio en 1983
El fantasma del incendio de la discoteca Alcalá 20 ha sobrevolado esta mañana el fuego que se ha registrado en la cubierta del mismo inmueble, en el teatro Alcázar Cofidis. Una densa columna de humo visible desde kilómetros de distancia ha hecho saltar las alarmas ante el riesgo de que se produjera un siniestro de enormes dimensiones al pasar las llamas de un edificio a otro. Los bomberos, que han desplazado 24 unidades y un total de 104 personas, han tardado cuatro horas en dar por extinguido el incendio. Los sanitarios del SAMUR-Protección Civil han atendido a ocho personas (dos por intoxicación leve de humo y a seis bomberos por agotamiento).
El incendio se ha iniciado por causas no esclarecidas a las diez de la mañana. Ha sido un viandante el que ha llamado a los servicios de emergencia. Los bomberos han desplazado varias dotaciones de los parques de la calle Imperial y de Manuel Becerra. Conforme se iban acercando al lugar, han entrado bastante más llamadas ya que la columna de humo se ha hecho más grande y más densa, según ha explicado el jefe de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Eugenio Amores.
Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego ha comenzado en unas obras que se están acometiendo en la sexta planta (el edificio tiene siete) y desde allí se ha propagado por la estructura y por los falsos techos a la cubierta. A ello se ha añadido el humo y las altas temperaturas que se registraron en el inmueble. A las 10.40, el Ayuntamiento ha activado el Procedimiento de Incidencias Complejas (PIC). Esto supone que el siniestro tiene preferencia y se deben mandar al lugar todos los recursos disponibles de los distintos servicios de emergencias.
El principal empeño de los bomberos ha consistido en evitar que las llamas se propagaran a los edificios colindantes, en especial al número 18. Ante el riesgo de que se produjera este avance de las llamas, se ha desalojado toda la manzana de inmuebles, lo que ha afectado a las calles de Sevilla, Cedaceros y Arbalán, además de los situados en la calle de Alcalá. A las doce de la mañana estaba prevista en el teatro una representación infantil. Cuando ha comenzado el incendio, ya había parte del público y de la compañía. Han podido abandonar el recinto sin ningún incidente, según ha informado una portavoz municipal.
Los bomberos han desplegado un brazo articulado que alcanza una altura de 58 metros, lo que la convierte en la más grande de España, según ha explicado el delegado de Seguridad de Madrid, Enrique Núñez. Desde ahí, y desde los edificios aledaños, han estado soltando agua sin parar hasta que han logrado controlar el avance de las llamas.
La gran cantidad de agua lanzada por los bomberos ha causado problemas en un patio interior del inmueble, cuyo desagüe no ha podido achicar todo el líquido vertido a la cubierta. Aparte algunas tuberías han reventado por la presión del agua. Eso ha provocado una inundación que ha afectado al patio de butacas del teatro y parte del forjado del edificio, según el jefe de bomberos.
Todo el tráfico del principio de la calle de Alcalá ha quedado cortado durante toda la mañana. Ha habido un constante ir y venir de equipos de emergencia, en especial de bomberos, que han desplazado 24 vehículos, entre camiones autobombas y autoescalas. El SAMUR ha montado dos hospitales de campaña y ha situado en el lugar varias ambulancias.
Hacia la una de la tarde, los bomberos ya han logrado controlar las llamas. Se ha necesitado una hora más para darlo por extinguido. Después se han dedicado a refrescar la zona siniestrada y solventar la inundación registrada en los bajos del inmueble.
El incendio ha causado una gran expectación dado que el edificio siniestrado se encuentra en pleno centro de Madrid. También estaba detrás el incendio registrado en la discoteca situada en los bajos del inmueble, ocurrido el 17 de diciembre de 1983 en el que murieron 82 personas. En aquella ocasión, no había salidas de emergencia directas a la calle y las escaleras presentaban deficiencias, entre otras deficiencias.
“Ha sido un incendio aparatoso y complicado, que se ha tenido que desde arriba para evitar que se produjeran daños importantes en el resto de edificios”, ha destacado Enrique Núñez, que ha estado en el lugar. El que también ha acudido ha sido el portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, que ha recordado la importancia de que se mantengan las inversiones en los servicios públicos y que se defienda la tasa de reposición de empleados, de forma que se cubran las bajas por jubilación. “Una vez más se demuestra que es importante no cerrar el parque de la calle Imperial. Han sido los primeros en llegar al incendio”, ha afirmado Lissavetzky.
La dirección del teatro Alcázar Cofidis y de la Fundación Siglo de Oro han hecho público un comunicado en el que anunciaban que se suspendía hoy y mañana, como mínimo, la representación de la función de la obra Enrique VIII. El que ha estado en el lugar del siniestro ha sido el presidente de la fundación, Rodrigo Arribas, que ha destacado que ni las llamas ni el fuego han dañado prácticamente ni la escenografía ni el vestuario ni la utilería. “Estoy un poco sorprendido porque se da una coincidencia. Hace 400 años [concretamente el 29 de junio de 1613] se quemó el teatro Shakespeare´s Globe de Londres donde se estaba representado esta obra. Ocurrió en la segunda representación”, ha recordado Arribas. En el caso de Madrid, hoy se habría llegado a su representación número 23. “Es una pena además porque ahora el público se estaba animando y estábamos consiguiendo que un clásico como este resultara atrayente”, ha añadido Arribas.
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