Ingresa en prisión una mujer acusada de matar a puñaladas a su pareja

Una mujer de nombre de Aída, de 36 años y con diversos antecedentes, ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, acusada de haber matado de una puñalada a su pareja sentimental, David R. M., de 34 años, en el municipio madrileño de Fuente el Saz. Este crimen eleva a 15 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.

Los hechos ocurrieron pasadas las dos de la madrugada del pasado martes en un descampado de Fuente el Saz. Fue la propia mujer la que avisó a la Guardia Civil y señaló que su pareja se había suicidado clavándose un cuchillo tras haber mantenido una discusión. Cuando acudieron los agentes comprobaron que en una especie de caseta en la que vivían yacía sin vida David, que presentaba evisceración (salida hacia el exterior de parte de las vísceras causada por un traumatismo o una herida). Las circunstancias en las que se encontraba el cuerpo y las diversas incongruencias en las que cayó la mujer durante la toma de declaración hicieron sospechar que podría tratarse de un crimen, como publica hoy El Mundo.

La autopsia practicada ayer reveló que la víctima había sufrido un apuñalamiento que le había causado una fuerte hemorragia interna. Murió desangrada. El estudio forense también determinó que la trayectoria de la puñalada y el eventual dolor producido por la misma hacían prácticamente inviable el suicidio, por lo que la Guardia Civil detuvo a Aída y la pasó a disposición del juzgado de guardia de Torrejón de Ardoz. El titular decretó su ingreso en prisión.

El fallecido y la supuesta homicida tenían antecedentes policiales y ambos eran consumidores de estupefacientes, según fuentes de la investigación. Estas no descartan que la discusión se originara, precisamente, por el reparto del estupefaciente. David había sido detenido al menos en tres ocasiones por los delitos de robo en interior de vivienda, por conducir ebrio y por negarse a realizar la prueba de alcoholemia. A Aida le constan dos detenciones por agredir a sus padres y a sus abuelos, además de varias denuncias por consumo de estupefacientes en la vía pública. Acudía a un centro de desintoxicación en el distrito madrileño de San Blas.