Un Madrid nostálgico y de barrio

1. Chaucas. Es la tienda de ropa de mis amigas Mar y Covadonga, abierta en 1997 y frecuentada por muchas actrices. Las dos me conocen muy bien, saben lo que me gusta y no me hacen perder el tiempo. Me resuelven desde lo más sofisticado, como una gala de los Goya, a lo más sencillo, como una rueda de prensa (Alcalde Sainz de Baranda, 25).

2. Plaza de Oriente. En mi adolescencia y juventud vivíamos en la calle de Pavía, con ventanas al Palacio Real. Cuando paso por allí, inmediatamente reconozco la fachada entre los árboles y me inunda la nostalgia, que no sé muy bien si sirve para algo, pero ahí está... Cuando vivíamos ahí no estaba tan bonita ni era peatonal, pero fuimos muy felices, mi padre tenía un billar enorme e invitaba a sus amigos, aunque jugaban todos fatal...

3. Buendi / La Castela. Son mis dos tabernas favoritas para tomar unos vinos de Rueda, jamoncito, revuelto de merluza... no solo está todo está riquísimo, sino que encima te hacen sentir como en casa (Doctor Castelo, 15 y Doctor Castelo, 22).

4. CaixaForum. Me encanta cómo han remodelado el edificio, el jardín vertical, que fue el primero que vi en mi vida, y asomarme a su impresionante escalera, que me transmite paz, serenidad. Las exposiciones son muy interesantes y tienen un buen apartado audiovisual. También compro muchos gadgets divertidos y nada caros en su tienda (paseo del Prado, 36).

5. El Arsenal. Este gimnasio ha conseguido que me reencuentre con el ballet y, para mi sorpresa, no solo no me chillan sino que me alientan. Iba en serio para bailarina pero a los 18 años pensé 'esta cárcel no es para mí' y lo dejé. Nunca creí que volvería a bailar porque sí, disfrutando y sin ninguna responsabilidad ni sufrimiento. Hace un año que voy a clase y, aunque no estoy para presentarme a una audición, mi profesora Alicia me dice que el que tuvo retuvo... (Ortega y Gasset 82).

6. Diorita. Es la tienda de mis amigos Pedro y Gely Saura. Venden joyas de oro, plata y piedras semipreciosas, muchas diseñadas por ellos mismos. Con mucha dedicación y cariño, consiguen unos resultados buenísimos. No paran de reinventarse, son un gran ejemplo porque todos sufrimos lo que pasa en este país, pero ellos son de los que no se hunden ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera... (Goya, 77).

7. Deluxe. Es el único laboratorio de películas que queda en Madrid tras el cierre de Fotofilm y Madrid Film, que eran más románticos, este es como un búnker. Ir significa todo, que estás trabajando, que has rodado y que la máquina sigue en marcha. No sé cuál es la solución al problema del cine en España, pero sí que tiene que haber voluntad política de una parte y voluntad de acuerdo por la otra (Miguel Fleta, 5).

8. Ocho y Medio. Una referencia para todos los que hacemos cine y para todos a los que les gusta el cine. Dirigida por Jesús y María, más que una librería es un espacio multimedia que deberían hacer monumento histórico o patrimonio nacional para reconocer su prestigio y darle algún tipo de protección (Martín de los Heros, 11).

9. Renoir Retiro. Me salva la vida cuando no tengo ganas de salir, porque es estar en casa sin estar en casa. Fui muchísimas tardes de domingo con mi madre, que era diseñadora de vestuario y muchísimo más cinéfila que mi padre, no se perdía nada. Lo conocí cuando era el Narváez, un cine antiguo, de pantalla grande, bocata y mala copia. Hoy en día no hay color, espero que viva muchos años (Narváez, 42).

10. Espacio PuenteAérea. Doy clase en esta escuela de formación de actores dirigida por Manu Hernández, donde se imparten cursos de lo más diverso en cine, televisión y teatro. Aquí ha nacido el último proyecto en el que estoy trabajando, un corto que he escrito en colaboración con Antonio Mercero para 10 actrices que he conocido en los propios talleres. Se titula Cordelias y espero poder rodarlo con la escuela como coproductora (Santa María de la Cabeza, 42).