Trascendencia
Standstill presenta 'Dentro de la luz' con un espectáculo plástico pero que mostró todas sus cartas a la primera
Varias cosas quedaron claras en la presentación del nuevo espectáculo de Standstill. Por ejemplo, que ellos se sienten un grupo clásico y en consecuencia actúan: citaron a sus espectadores a ciegas, sin que éstos conocieran las canciones del disco que presentaban y que aún está pendiente de editar. También quedó claro que el grupo se siente muy seguro de sí mismo, apoyado como está por unos seguidores fieles a los que sabe puede solicitar confianza. Otra cosa que quedó patente es que el grupo de Enric Montefusco se toma muy en serio a sí mismo, y que se maneja cómodo en un sonido aparatoso que engrandece canciones de estructura muy similar. Finalmente, tanta concentración, seriedad, clasicismo y grandiosidad unidos a la estética de una banda que no se sale del guión limitó el espectáculo a una hora, la que el grupo necesitó para presentar Dentro de la luz. Porque Standstill había ido a hablar sólo de su libro.
Standstill
Sala Barts
Barcelona
11 de mayo de 2013
El espectáculo, llamado Cénit, resultó plástico aunque tuvo el problema de enseñar todas sus cartas en las primeras manos, abortando progresión y sorpresa. La proyección de pinturas góticas –grupos humanos, paisajes urbanos, alegorías al sufrimiento- y el efecto que transmitía la silueta de los músicos a las pantallas tal que fuesen imágenes de terracona fueron el sustento visual desde el inicio, sin variaciones a lo largo del show. Un rayo láser y sus efectos fueron la otra pata de un montaje efectivo y estético aunque poco imaginativo. Ni deparó sorpresas ni creció.
Fue en el repertorio donde se observó la evolución de la banda hacia un sonido cada vez más denso, espoleado por épica coral, apuntalado con percusiones de intención estremecedora, hinchado con el uso de la campana tubular y en suma sinfónico. Pareció que la banda ya está en ese terreno en que más que canciones, pautadas por la convivencia entre inicios pausados y crescendos apoteósicos, se destaca más por el estilo, por un sonido y actitud que estarían por encima de las propias canciones. La prueba salió bien. Allí sólo había adeptos. Otra cosa es ver dónde conduce una música tan preñada de trascendencia.
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