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Teatros que hacen ciudad

El director de Els Joglars, que también ha debutado como escritor, presenta en el teatro Pavón ‘El coloquio de los perros’ y pasea por las tablas que le han visto actuar

Ramón Fontseré, en la librería La Buena Vida.
Ramón Fontseré, en la librería La Buena Vida. Carlos Rosillo

1.Casa Fidel. Los dueños de esta casa de comidas fueron durante mucho tiempo nuestra familia putativa en Madrid. Fidel y Felicidad nos abrieron sus puertas. Daba igual que hubiera una huelga o fuera Navidad. Nos preparaban caldos y nos cuidaban cuando la gripe nos atacaba. Cerraron sus puertas hace unos años, muy a pesar nuestro. Ahora el restaurante se llama igual, pero no es como antes (Escorial, 6).

2. La Buena vida. Es una librería para perderse un buen rato. Además, es un punto de encuentro con mis amigos David y Jonás Trueba y el lugar elegido para presentar mi primer libro, La rocambolesca historia del transportista Bitxo (Vergara, 10).

3. Restaurante O curruncho. Cuando Els Joglars teníamos largos periodos de representaciones en Madrid, nos alojábamos juntos en una casa de la calle del Fomento. Este bar, que es muy pequeño, fue parte de esa casa. Hacíamos allí nuestras farras y ha sustituido a la antigua casa Fidel. Sus dueños, Chus y Roberto, son ahora las caras familiares y siempre nos reciben con la mesa puesta (Fomento, 10).

Cuando Madrid era su casa

Fontserè (Torelló, Barcelona, 1956) ha vivido por etapas en Madrid de la mano de Els Joglars. La compañía está en el teatro Pavón hasta el 28 de abril con una adaptación de la obra de Miguel de Cervantes El coloquio de los perros.

4. Teatro Albéniz. Lo dirigía la gran Teresa Vico. Ha sido un teatro emblemático, no solo para mí, sino para toda la compañía. Allí celebramos nuestros 40 años. Me produce una profunda tristeza ver que se ha perdido y que está cerrado y tapiado. Una verdadera pena (La Paz, 11).

5. Casa-museo Sorolla. La idea de pasear entre las cosas del pintor y visitar su espacio creativo con esa gran cristalera de luz en el techo me fascina. Es un lugar casi sagrado y que hayan logrado conservarlo así, sin cambios ni alteraciones, me parece un lujo. Así debería seguir siempre (General Martínez Campos, 37).

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6.Estar Café. Los lunes por la noche se celebran campeonatos de ajedrez. Yo nunca juego, pero me gusta mucho mirar. Allí nos hemos juntado muchos artistas. Casi enfrente está el extinguido bar Elígeme, un sitio que nos ha visto con pelo y ahora calvos (San Vicente Ferrer, 20).

7.Teatro Pavón. Está dirigido por Helena Pimenta, que nos han recibido con toda la amabilidad y entusiasmo haciéndonos sentir como si estuviéramos en casa. Este teatro bautizará nuestra nueva etapa. No hay mejor padrino (Embajadores, 9).

8. Sexshop Tvx.  Al lado del mercado Barceló, en la esquina de Mejía Lequerica, se encuentra un veterano sex-shop o tienda erótica, sin nombre que lo identifique más que con su genérico. Me sirvió para escribir una de mis rutas de sex-shops. Recuerdo unas cabinas con unas butacas muy cómodas de ejecutivo que son las responsables de mi asistencia a este lúdico templo. Eso sí, no malpiensen (Mejía Lequerica, 16).

9. Los teatros del Canal. Lo dirige mi amigo, consejero y maestro Albert Boadella, con quien he disfrutado 30 años de carrera artística y con quien pienso seguir disfrutando. Allí hemos estrenado y disfrutado con sus obras. Le tengo mucho cariño y me siento como en casa (Cea Bermúdez, 1).

10.Mercados de Barceló, Antón Martín y la Cebada. Me pierdo a ratos matutinos por los pasillos de estos tres estupendos lugares. Me gusta el bullicio, su colorido, los olores. El de Barceló es muy moderno, pero el de Antón Martín y el de la Cebada todavía se conservan como antaño. Mercados como Dios manda.

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