La fábrica de paneles solares de Ourense despide a toda la plantilla
La plantilla ya había soportado dos ERE temporales que sumaron hasta siete meses de parón
T-Solar, la segunda mayor fábrica de paneles solares de España, ha presentado un ERE de extinción que afectará a los 170 trabajadores que mantiene en nómina. La empresa pretende despedir a toda la plantilla contratada en las instalaciones inauguradas en octubre de 2008 en el Parque Tecnológico de Galicia, en el cinturón industrial de Ourense, gracias a un potente encadenado de subvenciones y préstamos ventajosos concedidos durante años sucesivos por la Xunta de Galicia, la Diputación Provincial y las extintas cajas de ahorro gallegas.
Controlada por el gigante de la construcción Isolux Corsán (con el 88% de la empresa) y por el fondo de capital riesgo Corpfin, la sociedad solicitó a comienzos del pasado marzo someterse a un concurso voluntario de acreedores. La plantilla ya había soportado dos ERE temporales que sumaron hasta siete meses de parón laboral desde el 15 de julio de 2012. A pesar del frenazo en la producción, la dirección ordenó seguir invirtiendo en la planta. Hace dos meses se remataron mejoras en la línea de producción por valor de medio millón de euros para potenciar su producto innovador en mercados tan amplios como Estados Unidos o Puerto Rico. Y es que T-Solar se fundó como la primera planta mundial capaz de producir placas gigantes: 5,7 metros cuadrados de superficie frente a los convencionales de un metro cuadrado.
Supresión de primas
La compañía, que todavía no ha dado explicaciones sobre las condiciones del despido colectivo, alega que la supresión de las primas a las energías renovables ordenada por el Gobierno central y la fuerte competencia del mercado asiático —que fabrica productos similares a coste menor— ha provocado un agujero en sus cuentas de 60 millones de euros, inasumible a pesar del potente respaldo de capital que proporciona Isolux Corsam. El comité de empresa mostraba ayer su “asombro” por la solución adoptada y por las formas empleadas para liquidar la fábrica. Denuncia que los empleados “llevan un mes sin saber nada ni de la dirección ni de los administradores concursales”. Ante la ausencia de reuniones informativas, fuentes sindicales aseguran que la próxima semana acordarán medidas de presión para defender sus derechos laborales.
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