Desarticulada una red de narcos, e intervenidos 165 kilos de cocaína
Ocultaban la droga en un chalé de Móstoles, donde habían hecho un zulo en el garaje
“Reúnen todas las características de una organización criminal”. Así ha descrito el jefe superior de Policía de Madrid, el comisario Alfonso Fernández Díez, a un grupo formado por nueve personas que distribuían cocaína por toda España y a los que se ha detenido y decomisado 165 kilógramos de estupefaciente. Un chalé de Móstoles, utilizado como piso franco, ocultaba parte de la cocaína en un zulo practicado detrás de una estantería metálica en el garaje. Fue necesario el uso del Grupo Operativo de Intervenciones (GOI) para localizarlo.
Las investigaciones de la llamada Operación Extintor comenzaron en febrero en el distrito de San Blas, al detectar a varias personas dedicadas a la distribución y venta de droga. Algunas de ellas tienen varios antecedentes incluso a nivel internacional. La organización estaba perfectamente estructura. Al frente de toda ella, estaba el cabecilla, de 37 años y de origen colombiano, que ya había residido en Holanda, donde tenía antecedentes por tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Detrás de este se encontraba una mujer, con domicilio en Valencia, que se encargaba de recepcionar la mercancía y distribuirla por España. Uno de los arrestados viajó en diciembre a Colombia para negociar la compra del estupefaciente. Visitó varias ciudades del país latinoamericano.
Otro integrante de la banda, ya detenido en 2000 en Alcalá de Henares por tráfico de drogas, se encargaba de custodiar la droga. Esta llegaba envuelta en fundas protectoras de CD y en plásticos de radiografía para evitar el escáner de los puertos marítimos. La banda distribuía por varias ciudades de España, también en Madrid.
La mercancía decomisada acaba de llegar a la capital, hace unos 10 o 15 días antes. Los responsables de la operación no han facilitado los datos del precio. Los agentes están pendientes de comprobar la pureza por parte de los especialistas de la Policía Científica y por el Instituto Nacional de Toxicología.
Según ha explicado el jefe superior, este es el primer gran alijo que entrara en la nueva normativa de destrucción de la droga, tras recoger muestras y siempre que lo autorice el juez de instrucción. De esta forma se quiere acabar con los grandes almacenamientos que existen ahora en la policía.
La policía ha efectuado siete registros domiciliarios en Vicálvaro, Valdemoro, Móstoles. El precio del kilogramo de cocaína recién llegado y con alta pureza cuesta en el mercado negro unos 34.000 euros, mientras que el gramo ya cortado y listo para su consumo llega a los 60 euros, según el jefe de la Sección de Estupefacientes, el inspector jefe Armando Doval.
Los agentes se han incautado además de 2,5 kilos de sustancia de corte, unos 6.000 euros en efectivo, balanzas de precisión, máquinas para contar dinero, bolsas para el menudeo y ocho vehículos que utilizaban como lanzaderas y para transportar el estupefaciente.
Ocho de los detenidos, con edades entre 30 y 49 años, han ingresado en prisión provisional.
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